domingo, 3 de abril de 2011

Algunas RESEÑAS CRÍTICAS ganadoras del concurso "Leamos la Ciencia para Todos"

PRIMER LUGAR: Eduardo Yael Rivera Rosales

Takeuchi, N. (2016). Nanociencia y nanotecnología: La construcción de un mundo mejor átomo por átomo. México: Fondo de Cultura Económica. (Colección La Ciencia para Todos Núm. 222.)

El libro Nanociencia y nanotecnología: La construcción de un mundo mejor átomo por átomo fue escrito por el Doctor en Física Noboru Takeuchi, quien es investigador del Centro de Nanociencias y Nanotecnologías de la UNAM, lo que hace totalmente creíble la información contenida puesto que el autor es un profesional en esos campos (aunque a veces parezca fuera de la realidad humana por su maravillosa aplicación). La obra está compuesta por 142 páginas las cuales se dividen en 8 capítulos, comentarios finales y la bibliografía, organizado todo en un índice al inicio del libro. Su propósito es hacer ver a la población que la ciencia y la tecnología pueden estar presentes en todos los tamaños, incluyendo a lo nanoscópico, aunque al tratarse de un libro de divulgación científica contiene algunas palabras que pueden llevarte a dudar sus significados, por ello es un buen tip tener a la mano un diccionario para no ir quedando con dudas y poder entender mejor la información.
Al dar inicio a su lectura me gustó mucho el hecho de que el autor comience definiendo los conceptos de nanociencia y nanotecnología porque es muy importante tener claro lo que significa cada concepto base del tema; también explica la aceptación numérica del prefijo nano ya que muchas personas (incluyéndome) lo hemos escuchado pero no tenemos la certeza de a cuánto equivale numéricamente. También considero algo muy acertado el que el autor va explicando todo el libro con ayuda de imágenes, las que son de gran apoyo pues para el entendimiento de lo presentado y por su complejidad, a veces no basta con sólo leer la información.
En el segundo capítulo habla sobre la física cuántica la cual es la encargada de estudiar a objetos de estas dimensiones de tamaño, pero para poder explicarla mejor antes hace una breve explicación de la física clásica, pues ambas van de la mano; así, el autor logra que este tema sea importante porque no sólo tiene que ver con la nanotecnología sino que también explica cómo es que surgieron esas dos ramas de la física tan importantes y sus diferencias.
Por otra parte, uno de los capítulos que logró llamar más mi atención fue el tercero pues desde que vi su nombre: Los átomos, las moléculas y los enlaces, de inmediato creí que me interesaría mucho y así fue, incluso lo considero uno de los mejores capítulos del libro porque explica desde las primeras ideas de los átomos, sus principales investigadores, modelos atómicos, estructuras, cómo es que habiendo pocos tipos de átomos existen muchos tipos de compuestos y aquí es donde expone las dos clases de enlaces más comunes que existen entre átomos, y personalmente esa explicación me ayudó a entender mejor que incluso mi libro de química, pues aunque en la obra de  Noboru Takeuchi      lo realiza de manera breve, lo hace muy bien y con ejemplos para poder entenderlo mejor.
Posteriormente se mencionan las herramientas que ocupa la nanotecnología dado que, al tratarse de cuerpos tan diminutos, se requiere de instrumentación y laboratorios especiales para trabajar porque, como lo explica en el libro, las muestras a ver son más chicas que la longitud de onda de la luz. En este capítulo también se hace mención de las técnicas para construir estructuras con varios procedimientos de autoensamble molecular pero, como era de imaginarse, estos procedimientos son bastante costosos por lo cual los científicos encontraron una alternativa igualmente de asombrosa y, lo mejor, mucho más económica, la cual consiste en lograr obtener pequeñas partículas de algún elemento químico con la ayuda de alguna planta; este descubrimiento es muy bueno porque esas plantas han hecho ese proceso desde antes pero nunca se había estudiado.
Siguiendo con la lectura, el capítulo cinco me pareció un poco confuso y/o difícil de entender pues habla sobre pozos, puntos y alambres cuánticos y, aunque hace una explicación de cada uno, considero que aun así es complejo entender los conceptos; quizás el autor debió hacer un poco más extensa su explicación porque para muchos lectores (incluyéndome) esos conceptos son nuevos y no tenemos conocimientos previos. Aunque las aplicaciones que se mencionan de los pozos, puntos y alambres cuánticos son muy interesantes creo que al no tener bien en claro los primeros conceptos, la lectura puede llegar a ser hasta un poco aburrida quizás.
Otro capítulo interesante es el número seis pues allí habla sobre las muchas  nanoestructuras del carbono y al inicio nos informa de dos muy conocidas: el carbón y el diamante, las cuales se relacionan de una manera hasta paradójica pues el carbón es un material muy blando y barato mientras que el diamante es de los materiales más resistentes y costosos. Pero no sólo habla de esos dos sino también de otras estructuras cómo el fulereno que es una molécula compuesta por 60 carbonos, y escribe sobre las ventajas que tiene este material, como por ejemplo utilizarlo en medicina para que junto con antibióticos puedan combatir algunas bacterias o células cancerosas, lo que abre nuestra mente ante tan asombrosa y benéfica utilización.
A partir del capítulo siete es donde el libro comienza a ponerse mucho más interesante y es a lo que quizás muchos lectores ya queríamos llegar desde el principio, pues es en este tema donde se comienza a hablar sobre las aplicaciones que tiene la nanociencia y nanotecnología,  las cuales son muchas y se dividen en los dos últimos capítulos, pero aquí se mencionan las aplicaciones que tiene en áreas como la computación, la luz eléctrica, los materiales, la energía solar, la invisibilidad y la electrónica. Personalmente una de las tantas aplicaciones que logró llamar mi atención en este capítulo fue sobre la energía solar, dado que aquí habla sobre que unas empresas lograron crear impresoras que imprimen celdas solares como si se tratase de tinta en papel, lo que considero un gran avance porque, como lo dice el libro, este procedimiento es más barato y es igual de eficiente o quizás hasta más pues uno de sus usos mencionados es que estas celdas solares se coloquen en las ventanas de los edificios y de esta manera se pueda crear casi toda la energía eléctrica que ocupa un edificio. ¡Impresionante!
Casi para finalizar el libro, en el capítulo ocho también se mencionan aplicaciones pero ahora específicamente en biología y medicina que son también los campos más ayudados por la nanotecnología. Y dentro de sus muchas aplicaciones la más sorprendente para mí fue el hecho de poder quemar tumores, donde el autor explica el procedimiento que se realiza y que ha resultado muy útil en pacientes. Otro gran avance muy sorprendente son los implantes ortopédicos pues, como nos lo indica Takeuchi, es un reto trabajar con el cuerpo humano porque está en constantes cambios y el mayor problema que puede ocurrir es que el mismo cuerpo rechace los implantes, como pasa con el de rodilla que, al ser colocado, las células óseas de alrededor van desapareciendo; ante este problema la nanotecnología ofreció una solución impresionante pues se pudieron crear implantes con materiales biocompatibles y que pueden interactuar con el cuerpo de una manera tan buena que en algunos casos, ¡el cuerpo no considera al implante como una sustancia externa!
En general me gustó mucho esta obra porque el tema de nanociencia y nanotecnología siempre fue de mi agrado y ha llamado mi atención pero, por su complejidad, nunca me había puesto a investigarlo, y con este libro pude aclarar dudas al respecto (salvo por el capítulo cinco que, como mencioné anteriormente, me pareció confuso). Otro punto a favor del autor fue que en los comentarios finales (mismos que muchos casi nunca leemos) añade los nombres de los principales centros de investigación y universidades que en México se dedican al estudio de la nanociencia y la nanotecnología, información importante porque si por ejemplo algún lector está a punto de ingresar al nivel superior y ese estudio está dentro de sus opciones, aquí puede ver qué universidad está a su alcance para poder continuar con sus estudios a nivel profesional.

Para concluir, Nanociencia y nanotecnología: La construcción de un mundo mejor átomo por átomo es un libro que cumple con su propósito pues logra hacerte ver cómo la ciencia y la tecnología se encuentran presentes inclusive en los cuerpos de un tamaño nanoscópico, y lo que para muchos de nosotros nos parecía un proyecto del futuro hoy en día felizmente podemos decir que se encuentra entre nosotros, aunque claro algunos otros proyectos aún están en pruebas e investigaciones. Por ello, es sorprendente pensar cómo con el simple hecho de mover átomo tras átomo podemos conseguir un material más resistente, un LED más ahorrador de luz, tratamientos para curar enfermedades, computadoras más eficientes y con mejor almacenamiento, entre muchas otras aplicaciones.


PRIMER LUGAR: Jafet Sabino Rodríguez Jiménez

Schifter, I. (2010), La ciencia del caos, 3° ed., México: Fondo de Cultura Económica. (Col. la Ciencia para Todos núm. 142.)

Es complejo distinguir que en un orden tan perfecto se encuentra escondido un desorden, un caos, y de esto está consciente el doctor Isaac Schifter, por lo cual se dispuso a escribir una obra de solo 4 capítulos (apoyados individualmente por gráficas, esquemas e imágenes),  los que le bastaron para poder plasmar su ideología acerca de una difícil ciencia: La ciencia del caos.

La ciencia del caos es uno de los muchos ejemplares de la colección La Ciencia para Todos, el cual nos comienza a seducir con una simple y sencilla teoría propuesta por Laplace, que afirma que si en un determinado momento se conociera la velocidad y la posición de todas las partículas del Universo, se podría saber su pasado y predecir el futuro de cada una por el resto de los siglos; y precisamente me agradó mucho la forma como el autor aclaró que nunca se podría saber con exactitud la posición de una partícula, cuando al mismo tiempo se quiere saber su velocidad.

Y esto lo hace adentrarse en un extenso tópico: el azar. Al sumergirse en ese tema, escribe una frase muy cierta: “[…] un determinismo disfrazado de azaroso”. Estas palabras me motivaron a continuar con una lectura más rigurosa, para así descubrir que tiene razón, dado que dentro del más complejo orden existe un desorden escondido, al que él mismo le llama caos.

Por si fuese poco, el mismo doctor Schifter, demuestra mediante gráficas la cantidad de rutas existentes para llegar a un colapso con este fenómeno: las rutas del caos. Este apartado de la obra es de lo más importante, puesto que es ahí donde el lector se da cuenta que siempre habrá un desorden escondido, y lo más importante es que este desorden puede engendrar su propio orden; esto lo sustenta el autor con ayuda de las palabras de Charles Darwin: “Las variaciones aleatorias, seleccionadas en forma ciega, pueden engendrar toda la diversidad de formas vivientes”.

Así, y a pesar de ya haber proporcionado datos muy importantes, continúa la obra y al seguir rigurosamente mi lectura me encontré con otra parte muy exquisita del libro, la cual trata del caos presente en la química. Esto me despertó los sentidos, pues aunque la química es una ciencia tan exacta, el poder enterarme de que en esta rama de la ciencia se encuentra un caos presente me inspira por esta, una simple razón: el hombre se ha obsesionado tanto con la medición y exactitud en cualquier unidad de medida, pero de alguna manera, él mismo va creando valores inmensos, fuera de la imaginación. Esto se ve reflejado, nos indica el autor,  en el fenómeno caótico presente en la química: según las leyes de la termodinámica, al graficar el comportamiento de una reacción, ésta no puede presentar un carácter oscilatorio, puesto que se estaría violando la segunda ley de esta ciencia. Esta ley marca claramente los procesos que deben llevar los fenómenos termodinámicos y, por otro lado, también marca la imposibilidad que hacer de manera inversa algún proceso termodinámico; de esta manera no podría existir oscilación alguna ya que el proceso estaría en una repetición continua.

Esta situación de las oscilaciones es un claro ejemplo que nos dirige a otra ruta para llegar al caos, ya que va contra las leyes, y el comportamiento que viene en seguida sería de movimiento perpetuo, lo cual para los químicos estudiosos es inaceptable, y en lo personal estoy parcialmente de acuerdo con lo mencionado sobre un movimiento perpetuo, porque esto sería como derramar una gota de tinta en agua: se disuelve, y al poco tiempo la recuperaríamos con el mismo tono, sin ninguna pérdida ni exceso de materia. En pocas palabras: tal y como inició todo... y este ciclo se repetiría infinidad de ocasiones. Pero por otra parte, no concuerdo con que sea inaceptable, ya que todo surge por algo, todo sucede por algo, y en esta ocasión esas oscilaciones son nuestro algo, que debemos aceptar con todos sus caracteres y describir lógicamente.

Dejando de lado esta parte de la química y la termodinámica, el autor de este libro se enfoca en un posible caos existente dentro del cuerpo humano, lo cual es increíble (a mí me pareció así), pero mediante investigaciones el doctor da fe de que dentro de nuestro cuerpo existe un gran desorden; en otras palabras, existe un gran caos, y nuestras enzimas son agentes caóticos que generan este fenómeno. Además, menciona de forma muy acertada, que el ritmo cardiaco es un tanto racional, pero cuando las personas padecen del corazón, ¿qué pasa? Pues la respuesta a esta pregunta es que hay una presencia de un desorden, un caos, que a su vez puede producir un orden. Esto, a mi parecer, es una ruta más que nos llevará al caos, ya que si este orden producido por el desorden se genera en proporciones macroscópicas, se podría estar hablando de un posible colapso.

 Un ejemplo más claro serían los virus informáticos (en este caso, estos son el primer inciso, el desorden) los cuales se alojan en un ordenador con determinado sistema operativo; estos virus se reproducen ordenadamente y colapsan poco a poco la información dentro del ordenador, hasta tirar completamente el sistema. Por esta razón, este proceso lo considero una ruta caótica.

Ya en las últimas páginas de este grandioso ejemplar, se trata el tema de que existe un caos determinista que va en contra a todas las ideas que se tuvieron con anterioridad, y de forma muy acertada menciona el doctor Schifter que el caos nos proporciona un mecanismo que nos permite apreciar una libre creencia, una visión extensa sobre todo lo existente en un mundo gobernado por leyes... y es verdad: a pesar de todas las leyes existentes y de las que ya fueron descartadas existen fenómenos muy difíciles de explicar, tal como el caos.

Finalmente, considero que la explicación y descripción que da el doctor a lo largo de su obra se me hace muy completa, y aunque en un inicio especificó que esperaba que su libro fuese de gran utilidad para futuras investigaciones, me hubiera encantado que el escritor aportara algunas opciones de cómo se podría descifrar y predecir este fenómeno, pues creo que nadie sabe exactamente qué es lo que le espera a lo largo de sus días. Además, este ejemplar (como ya lo he proyectado), nos aporta una visión diferente de la que se tiene sobre el mundo, nos hace creer en lo increíble, nos destapa caminos hacia un fenómeno común: el caos, que yo lo resumiría como un fenómeno revolucionario, ya que si se logra entender a la perfección se tendría una visión determinista sobre las cosas.


En conclusión, el doctor Isaac Schifter nos muestra en su libro, que el ingenio humano ha llegado a producir infinidad de cosas y, claro está, que la única barrera que existe entre lograr lo que uno imagine y conformarse con lo que ya se sabe y tiene, es la mente, y para la mente... no hay imposibles. Así, La ciencia del caos impacta en todos los sentidos al lector, despierta el instinto natural de explorar las cosas, de saber el pasado de todo, lo que ocurre en el presente y con ayuda de lo que ya se conoce sobre el tema, ¿por qué no pensar en saber lo que ocurrirá con la materia en el futuro?



PRIMER LUGAR: David Juárez Alcántara


Viana Castrillón, Laura. Memoria natural y artificial, Fondo de Cultura Económica (col. La Ciencia para Todos No. 88), México, 1990.


En el libro “Memoria Natural y Artificial” la autora, Laura Viana Castrillón ofrece, en una introducción y ocho capítulos, una amplia y bien informada comparación sobre las características de las memorias computacionales y la memoria de los seres vivos, en especial la humana.

Si bien contiene una amplia investigación, ésta se expresa de manera algo técnica por lo que el lector debe tener previos conocimientos que van desde electrónica básica (“[…] las cuales utilizaban solenoides e interruptores mecánicos operados eléctricamente […]”), hasta anatomía (“[…] sensitivo-motores de la corteza cerebral del hombre […]”); dicho “contratiempo” se ve a lo largo de todos los capítulos del libro, haciendo difícil que una persona que no sabe nada de computadoras (entre otros aspectos), pueda entender o hasta leer este libro. Pese a contener mucho lenguaje técnico, “Memoria natural y artificial”, no está escrita desde y para el campo ni de sistemas computacionales ni de anatomía y, aunque se trata de un libro fundamentalmente teórico, no significa que esté vacío de ejemplos ilustrativos.

Un punto fuerte del texto es que está estructurado de tal manera que al leer los primeros capítulos del libro ya es más sencillo entender los posteriores; es decir, al principio se da una introducción que, aunque a simple vista no tiene mucho que ver con la temática central del libro, aporta conocimientos que son indispensables para poder entender el contenido principal del texto.

Esta obra fue escrita en los años noventa, cuando la computación estaba apenas entrando en su auge, por lo que a nuestro parecer la información podría considerarse incompleta, pero no es así, ya que en el año en que se escribió el libro, pues esos eran los avances en el campo de la computación (sería interesante leer qué actualizaciones se incluirían en una nueva edición del año 2009).

Aunque durante la lectura el libro pueda parecer tedioso, conforme se va avanzando uno se puede dar cuenta de que las dudas se van resolviendo durante el camino, pero no se puede ignorar el hecho de que para poder entender al cien por ciento la lectura, la mayoría de los lectores deberán consultar muchas palabras en el diccionario para poder aclarar las dudas.

La introducción nos relata la utilidad que tienen las computadoras en la actualidad (específicamente de esa época), y de cómo éstas cambiaron la forma de vivir y de pensar del hombre, pues representaron un gran adelanto, concedieron nuevas herramientas tanto para la vida cotidiana como para la profesional, además de que le abrieron el camino a muchas nuevas tecnologías, las cuales gozamos actualmente.

El segundo y tercer capítulos son fundamentales ya que éstos exponen los principios de la computación y su historia, desde sus inicios cuando el hombre adquiere la necesidad de crear herramientas que aceleraran ciertos procesos (como el cálculo), hasta el uso de microprocesadores pasando por aparatos tan simples como el ábaco (que fue la primera calculadora). También se abordan temas como el papel que desempeñan en la sociedad, de su historia y evolución, de su arquitectura, de las bases de su funcionamiento y los métodos de archivo de la información, los cuales son totalmente necesarios para entender el funcionamiento de las memorias artificiales y así poder compararlas desde un punto de vista práctico con las memorias de los seres vivos. Al lector puede parecerle frustrante que no se incluya la información actual, esto podría incluso confundirlo, pero como se dijo antes, esto se debe a la fecha de la creación del libro.

Desde el capítulo cuatro al nueve se distingue a simple vista que principalmente tratan diversos puntos desde donde se comparan las memorias de la naturaleza hasta las creadas por el hombre. Este capítulo nos habla de cómo puede resultar tan sencillo buscar información en una lista dentro de una computadora, siempre y cuando esté bien ordenada, pero también menciona los inconvenientes al buscar por palabras clave o cosas más específicas, y por lo que una tarea fácil se vuelve tediosa y larga.

Fundamentalmente la mayoría de los capítulos hablan de las inconveniencias o desventajas de las memorias artificiales; de hecho no es sino hasta el capítulo cinco en donde se incluye el funcionamiento del cerebro humano. En este capítulo también se hace mención de la robótica y de cómo está dividida en dos ramas que son los robots inteligentes y los robots con trayectorias programadas; se hace hincapié en sus diferencias. También se habla de la percepción que tienen los robots de las cosas físicas y de cómo ésta tiene defectos graves debido a la profundidad de las cosas (pues en esos tiempos los sensores utilizados no tenían la capacidad de percibir en su totalidad nuestro mundo tridimensional), haciendo notar la superioridad de la visión humana. Y más adelante se habla de la memoria humana y cómo ésta es más práctica en cuanto al uso de las cosas guardadas en esta memoria, lo cual me parece lógico y no por el hecho de que la computación no haya alcanzado su mayor capacidad, sino por el de que el cerebro humano cuenta con una red neuronal que trabaja mucho más rápido que cualquier computadora.

En el quinto capítulo también se aborda un punto de vista filosófico que en mi opinión queda totalmente fuera de contexto ya que rompe el seguimiento de el punto de vista científico y práctico, abordando incluso la historia de la forma en que se pensaba funcionaba el cerebro humano.

El sexto capítulo nos habla de cómo funciona el sistema nervioso y cómo el del hombre es mucho más complejo que el de otros seres vivos. En este capítulo es donde se señala el pensamiento filosófico, ya antes mencionado (en el quinto capítulo); además, incluye un punto de vista psicológico, algo que me parece muy atinado pues nuestro cerebro y el de otras criaturas es afectado por factores externos como el entorno y la interacción con otros seres.

En el séptimo capítulo, se aborda el significado de la palabra memoria y el de mente, con resultado del análisis de la correlación de estos dos aspectos en el cerebro humano y la falta de “mente” en las máquinas; también se da un punto de vista filosófico de la mente y la memoria. A partir de aquí se analiza uno de los temas principales del libro: la memoria del hombre.

El octavo capítulo nos habla de los materiales que se emplean para crear las memorias artificiales y cómo éstos funcionan; se analiza el porqué de usar estos materiales para la fabricación de las memorias mediante el análisis de sus características, esto tal vez pueda llegar a ser confuso para el lector por el uso de nombres de elementos químicos como el germanio y el silicio, pues la explicación de el uso de estos materiales requiere un poco de conocimientos químicos para poder comprenderlo en su totalidad.

Mientras tanto, el último capítulo da una breve mirada hacia el futuro (futuro de esa época), que son las redes neuronales. Habla de ellas desde un punto de vista teórico y poco práctico ya que en aquella época estaban en una etapa básica de su implementación, mientras que en la actualidad estas redes neuronales ya son un hecho bien conocido y muy utilizado. También aborda el tema de la creación de cerebros artificiales los cuales aun en nuestro tiempo no han podido construirse.

Respecto a las imágenes, la mayoría tienen una presentación burda que más que aclarar puntos pueden llegar a confundir al lector (deduciendo que éste no sea ni un experto en computadoras ni en anatomía).

En conclusión, esta obra fue muy útil para enriquecer los conocimientos sobre la capacidad de las máquinas y su diferencia de la capacidad del cerebro del hombre, y, a pesar de que las cosas han cambiado mucho desde que se escribió, aún puede serle útil a muchas personas que se interesen en la información presentada; la elaboración de un libro que presente este análisis de manera más simple y detallada para el lector común sería una idea interesante, aunque tal vez esto pueda representar algo innecesario pues el tema no le puede ser muy interesante a una persona que no tenga nada que ver con el uso avanzado de computadoras.



PRIMER LUGAR: José Mauricio Navarro Ortiz


Pérez-Rincón, Héctor, El teatro de las histéricas: De cómo Charcot descubrió, entre otras cosas, que también había histéricos, Fondo de Cultura Económica (colección La Ciencia pa- ra Todos, núm. 162), México, 1998.



Se abre el telón para presentar una obra bastante particular: “El Teatro de las Histéricas: De cómo Charcot descubrió, entre otras cosas, que también había histéricos”, libro de Héctor Pérez-Rincón, profesor de psicopatología (en posgrado de psiquiatría de la UNAM), miembro de la Academia Nacional de Medicina y de la Société Internationale d´Histoire de la Psychiatrie, director de la revista Salud Mental y mucho más; perfil que le confiere la capacidad de dirigir esta obra. Pérez-Rincón nos conduce a través de once interesantes actos, desde el tratado de la histeria y el nacimiento de la neurología por Jean Martin Charcot, hasta el psicoanálisis de Sigmund Freud y las bases de la psicología moderna.

Comenzando con la muerte de Pasteur y un famoso cuadro de Rixens, narra sobre los personajes que ahí son ilustrados, principalmente de Jean Martin Charcot, actor principal de la obra, padre de la neurología y tratador de la histeria femenina (y descubridor de la masculina) entre otras cosas. El autor enlaza magníficamente las cadenas históricas, los núcleos sociales, y los acontecimientos de sus vidas de una manera tan natural que parece que él estuvo ahí.

Esta obra está llena de grandes personajes y excelentes anécdotas; uno descubre cómo los genios se entrelazan, experiencias vividas junto a Charles Baudelaire, obras teatrales de El marqués de Sade, pensamientos e historia de Freud, pequeñas observaciones de Alexandre Dumas, frases de Voltaire y Sartre… en fin, este libro también es para el amante de la filosofía.

Tratando un tema bastante áspero y hasta cierto grado confuso para el lector ordinario, que no está especializado en la psicología o en algunas de sus derivaciones, el autor lo hace más fácil a través de un glosario, anotaciones en pie de página, cronología… de una manera que te cautiva y te hace investigar; sin duda alguna adquirirás un amplio campo de conocimientos, si tú estás dispuesto. Para alguien especializado, leer esto será de lo más encantador, ya que sabiendo toda esa cantidad de terminologías no parará de cultivarse sobre la vida y obra de Charcot y todas las personas que circularon en su investigación.

Describiendo con mucha exactitud a el personaje central, enfocado más en su trabajo que en su vida, te hace una visión clara de éste y su personalidad, su trabajo en Salpetrière, sus tratados, estudios, investigaciones, dogmas y errores hasta el momento de su muerte.

La ilación entre pasado y presente es muy bien llevada, desde las pretéritas creencias de la histeria en la antigua Grecia o Egipto, el desengaño y confrontación del siglo XVIII y XIX, la conversión del siglo XX, y los actuales conceptos e innovaciones.

Este libro no sólo trata de la histeria, también hace mención de otras patologías físicas, psicológicas, neurológicas (por ejemplo la neurosis, psicosis, melancolía o depresión, y catalepsia, entre muchas otras); es como un inmenso círculo donde todo está unido, donde todo está tomado, de cierta manera, de las manos.

Si se quiere comenzar una introducción en esta rama de la ciencia, este libro a mi parecer es un buen comienzo. Tratando el nacimiento de la neurología, su desarrollo, sus altibajos, teorías de gran cantidad de científicos que hicieron de su evolución algo asombroso, su conversión a psicología y el análisis de nuevas patologías, su desarrollo a través del siglo XX y cerrando con los nuevos avances en este campo, es bastante apropiado para abrir el apetito de conocimiento o especialización.

En la obra en algunas ocasiones no distinguirás entre histeria y neurosis debido a las extensas explicaciones y pensamiento de cada autor, lo que puede hacerte perder el deseo de continuar leyendo, pero de alguna forma seguirás el camino (que es bastante fácil de encontrar) y tu interés no decaerá.

Mencionando los conceptos de histeria (que es el eje donde se mueve toda la obra) por bastantes autores de diferentes nacionalidades maestros en el tema, -desde Lacan, Faria, Babinski, Freud y demás genios-, el autor te da una clara idea de lo que es la histeria, por lo que ya no tendrás duda alguna sobre su conceptualización, y tampoco te interrogarás de dónde vino o a dónde fue; todo se aclara bastante bien con una consecutividad muy precisa, como el análisis del comportamiento sexual de la histeria femenina dado por los estadounidenses Hollender y Shevitz: “La mujer con personalidad histérica tiene una mirada especial cuya expresión suele despertar fantasías eróticas. […] En realidad, buscaron en el padre un sustituto materno y posteriormente siguen buscando gratificaciones de tipo maternal en otros hombres; como si se tratara de una manifestación de una sexualidad adulta, sin percibir que se trata de niñas pequeñas que buscan una atención maternal”.

Por otro lado, al leer esta obra, tendrás la capacidad de hacer un análisis (no especializado por supuesto, sólo a rasgos menores) de la conducta de las personas que te rodean; quizá descubras en algunos de tus amigos, amigas, familiares y demás personas rasgos de histeria, o quizá… ¿en ti mismo?

Además, aprenderás la evolución de términos como el de “alienado” dado a finales del siglo XVIII, que durante mucho tiempo fue sinónimo de loco (fou en francés, mad en inglés, pazzo en italiano, verrückt en alemán) quedando como un término coloquial hasta nuestros días; o los vocablos sustitutos de histeria como el de pitiatismo dado por Babinski, o el de lipemanía nombrado por Esquirol para sustituir el de melancolía; poseerás un gran acervo de vocabulario al concluir este libro.

Descubrirás el nacimiento de la hipnosis, su gestación y metamorfosis, cómo surgió de la electromedicina y el magnetismo llegando al concepto actual de “sueño artificial”; el autor te conduce al hipnotismo en todas sus fases hablando de las repercusiones sociales, filosóficas y la sensibilidad y alienidad de sus creadores en cuanto a éste.

El Teatro de las Histéricas, vida, obra y entorno de Jean Martin Charcot, es un libro que a pesar de sus rasgos exclusivamente científicos y psicológicos te envuelve agradablemente; no obstante, llega a ser un poco confuso o incomprensible por el grado de psicología al que ya me había referido para lo persona neófita o principiante en el tema, pero esto en lugar de obstáculo se convierte en un fascinante reto de investigación y aprendizaje el cual te dará una introducción o un escalafón más de conocimiento.Once increíbles actos que te conducirán no sólo por la ciencia y psicología, sino también por la filosofía, anécdotas, descubrimientos, literatura, datos interesantes y la vida de bastantes genios que han cambiado el mundo. Este libro es para cualquiera que tenga sed de conocimiento y hambre de retos, para cualquier amante de la literatura y la ciencia.

El histérico, ícono de los surrealistas, y su teatro, como definiría Kart Jaspers sobre la personalidad histérica: “Un teatro donde se presenta una comedia ficticia […] vive enteramente en el teatro que ha creado, todos sus caracteres se resumen en el hecho de que no pueden distanciarse de sus experiencias”. Y complementando con Racamier: “El histérico no hace teatro, él es el teatro; no es un actor, es actor, no tiene emociones, él es las emociones”.

En las histéricas y su teatro o en “El Teatro de las Histéricas”, sin duda alguna te sentarás en primera fila para ver esta magistral obra, bueno, si es que no decides participar en ella.


SEGUNDO LUGAR: Emmanuel Toledo Solís

Blanco, C. A. (2017) La hormiga de fuego invicta: Biología, ecología, impacto económico y ambiental. México: Fondo de Cultura Económica. (Colección La Ciencia para Todos, núm. 245.)
“La hormiga de fuego invicta: Biología, ecología, impacto económico y ambiental” es otro más de los libros de la vasta colección “La Ciencia para Todos” (para ser exactos, el número 245) cuyo propósito es objetivo: dar a conocer aspectos taxonómicos o de cómo se desenvuelven paulatinamente estos artrópodos, al igual que factores como deflaciones, y una baja tasa de mortalidad (mayormente desmentida) que la Solenopsis Invicta trae consigo hace aproximadamente un siglo, desde que esta peculiar especie llegó a invadir el territorio Norteamericano y nada ha podido contrarrestar sus efectos.
Con escasos seis capítulos y tres apéndices que componen al primero, este es un buen texto indicado para ser devorado por economistas, biólogos, entomólogos y adolescentes curiosos, quienes al finalizarlo (y comparado conmigo) quedarán fascinados con sus exactas 153 páginas más la bibliografía respectiva.
Cabe mencionar que al ser un tema no tan usual de encontrar (cliché, sin dar tantas vueltas), debe ser didáctico, veraz, y fácil de asimilar por un miembro cabal de la sociedad que no conoce en absoluto ni una pizca de los dogmas de Carlos A. Blanco (autor de esta obra), lo que éste logra al también incluir ilustraciones a lo largo de la exposición, y que es complementado con un glosario que se identifica con una hormiga pequeña como símbolo (y que incluye en sus párrafos experiencias del autor, además).

Mirmecología es un término que al no ser fácilmente digerible, puede resultar hasta complicado el pronunciarlo, aunque sintéticamente es la génesis de este texto que redacta las experiencias del universitario de manera que su campo del estudio luzca divertido e interesante aún ahora que es mayor, y se compara con todas las ciencias aplicadas… y si algo hay admirable del Señor Blanco desde el primer agradecimiento hasta los consejos de las últimas páginas, es la forma tan natural como se expresa (al menos aquí) y, como todo ser humano, tiene su ídolo: el científico Edward O. Wilson.
En el primer capítulo (donde describe la utopía del hormiguero, el linaje feudal de las Solenopsis y la perfecta sociedad que influye en su desarrollo donde la función del macho es procrear solamente) crea una especie de comparación paradójica que se puede substituir con la película de los “Bichos”; aunque siendo sincero, considero que no aterrizó de manera óptima sus ideas, y tuvo por esa razón que repetir al menos dos ocasiones cada una de las situaciones que había planteado, pero es comprensible, pues intenta arrastrarte a una situación antes desconocida; no es aceptable, pero al menos es justificable en todos los casos.
Dentro de lo que orbita en torno a este libro, el segundo capítulo ha resultado el mejor, pues da a conocer las consecuencias de la plaga y su agente causante: la hormiga de fuego, y resulta cautivador, pues incluye un poco de estadística, economía y al factor afamado de causa-efecto como protagonista metódicamente. Con ello notamos ahora que las hormigas son poco más que “animalitos” que devoran las plantas de los jardines de nuestras abuelas; aunque no considero tan necesario satanizarlas, pues basándonos en los postulados de Darwin en el famoso Origen de las Especies, “el organismo que sobrevive es el que se adapta mejor, no el más fuerte ni el más inteligente”, y llegan del trasfondo famosas hipótesis que cambiaron la forma de percibir el mundo. Sinceramente no estoy involucrado en la biología en mis cinco sentidos, pero el hecho que de una partícula hayamos iniciado (las hormigas, como es el caso) y haber llegado a complementarlo con un pequeño universo como la evolución indica sólo una cosa: cualquiera de las situaciones que más adelante se expongan, estoy seguro que llegarán a construirse con una mejor percepción.
Y es aquí donde daremos el toque minucioso al desenvolvimiento de la situación (un par de cosas): a) la mirmecología no es después del todo aburrida, es sólo algo que no cualquiera sería capaz de asimilar y sonreírle, y b) el autor ama tanto su profesión que se abrió una puerta para plantear, investigar, exponer y escribir el libro que hace un par de horas estaba en mis manos.
Continuando con la lectura, llegar al punto siguiente es emocionante: De hormigas, exterminio y toxicidad, ya que teniendo un profundo interés en la infravalorada toxicología, me gusta la cinta fúnebre que rodea al tercer capítulo, ya que nos pone claro que ni el Agente Naranja, ni el Monsanto y el propio Obama ha podido deshacerse de la Solenopsis. He aquí cuando percibes la implícita ironía que expone el autor: los humanos, en su intento de arrojar pesticidas e intoxicar a las hormigas, terminarán envenenándose ellos, por el famoso factor DL.
Algo que se debe resaltar, es que en el cuarto capítulo del libro necesitamos saber un poco hasta de geografía, y enmarcamos también a este como uno de los mejores; y reitero la postura del principio: algo tan insípido como una hormiga puede dejar boquiabierto a cualquiera que en ellas se interese y ensalzar a la mente del autor no es en vano, dado que esa capacidad de aprender términos que antes desconocía, o factores “insignificantes” se lo debo precisamente a él, aunque al principio se requieren más de un par de objetos para su asimilación: un lugar de lectura que sea cómodo, los discos de tu banda favorita, un marcador de textos, un cuaderno de notas y un diccionario especializado al que puedas consultar “por si las hormigas”.
Una de las ventajas de lo anteriormente mencionado, es que ahora (en el quinto capítulo) la ecología nos deja una lección importante: las hormigas también juegan un papel indispensable en el equilibrio del medio, y para ser sincero, estos organismos eran para mí igual de relevantes que un Dios para los seres escépticos, y curiosamente, este libro tiene hasta enfoques de ciencia ficción, por lo que me atreveré a incluir una referencia de la novela  Frankenstein un poco contextualizada a este medio, porque por muy devastadoras que parezcan, arrasando con otras especies y demás, “los verdaderos monstruos somos los humanos”.
Cabe mencionar que soy sumamente sentimental, y gracias a esto, ahora valoro a todo ser viviente por muy molesto que resultase. Lamento decir que el último capítulo defraudó mis expectativas, ya que no tuvo nada de innovador, simplemente fue una recopilación; una especie de rompecabezas que se unió sólo para contrastarlo con la situación de nuestro país, aunque mis creencias sobre el hecho que es un excelente libro, apto para todo público y con un fácil acceso, con su correspondiente bibliografía e ilustraciones flechadas a la temática del subsecuente capítulo no se han deformado ni un poco.
Por otro lado, a medida que alguien lee sus páginas, queda más que asentado que el autor desarrolla su vida en los Estados Unidos y eso es lo que puedo argumentar: si planea hablar de estadística y con ello, tasa de disminución, debería hacer los pertinentes cálculos en la moneda nacional precisamente de este nuestro país, ya que aquí fue publicada la obra y también es diferente la escala de pérdida en ambos; eso es lo que me gustaría cambiara y sufriera en una edición… pero recordemos que nadie es perfecto.
Finalmente, me atreveré a entrar en temas de moral y podré sonar como un completo miembro de la subcultura hippie y como un adolescente que se rebela a lo moralmente correcto, intentando hacer su voluntad, pero esa es exactamente parte de la esencia mía. Estoy consciente que la sociedad ha logrado darles el papel antagónico a las protagonistas de esta obra (como ocurre en la portada de un álbum de la banda llamada Pestilence, donde varias hormigas de fuego atacan la cara de un hombre) pero mirémosle desde mis ojos: si no somos nosotros quienes intentáramos deshacernos de ellas, ¿ellas buscarían remunerarle de la misma manera a la raza humana? Y a pesar que la respuesta fuera un sobrio “sí”, la obligación nuestra como seres (al menos hipotéticamente) racionales es aprender a convivir con nuestros colegas los animales y las plantas.

Puedo concluir de manera acertada queriendo despertar el interés (evidente) en todas las personas por este libro (que al principio era un requisito para aprobar mi asignatura de LEOyE, pero que se convirtió en algo parecido a un sarcófago egipcio que me llenó de intriga y me ha propuesto investigar), cosa que espero, algún día, rinda sus frutos no sólo al poseer una amplia cultura general, sino para concientizar al prójimo.

SEGUNDO LUGAR: Sebastian Barrios Hurtado
Braun, E. (2002). El saber y los sentidos. (3ª. edición). México: Fondo de Cultura Económica. (Colección La Ciencia para Todos, número 73.)

          Señoras y señores, con ustedes, ¡el oído, el tacto, el olfato, el gusto y la visión! Esta es la manera como interpreto que Eliezer Braun me presentó de manera muy personal su libro El saber y los sentidos, que consta de dieciséis capítulos que no dejarán  que cierres la boca del asombro que te llevarás al descubrir cómo funcionan tus sentidos, esos con los que hueles, pruebas, observas, tocas y escuchas.
          El saber y los sentidos es una obra que cualquier persona interesada en el tópico indicado en el mismo título puede comenzar a leer y sorprenderse por la facilidad de comprensión que otorga el estilo de Braun, al nombrar un tecnicismo y presentarlo en el glosario, o simplemente explicarlo en el enunciado siguiente para retomar las ideas que el texto conlleva en ese momento. Realmente es un libro que pueden leer todas las personas y, como en todo buen libro, aprenderás nuevos términos, así que preferirás tener un diccionario a la mano para sacarte de las pocas dudas que se te puedan presentar.
          Pienso que fue muy buena idea dividir el libro por capítulos asignados a un sentido en particular y a su vez por secciones que describieran el funcionamiento y composición de cada uno de ellos, para así poder estudiar cada uno de manera más precisa. Esto mismo es lo que me ha fascinado más de la obra, porque cuando se trata de explicar el proceso por el cual los órganos nos brindan las sensaciones propias de cada sentido, Braun nos otorga ejemplos de la vida diaria desde el punto de vista científico para comprenderlos de manera más eficaz, y así llevarnos de la mano por las magníficas rutas de los sentidos del ser humano.
          Una cosa que me dificultó un poco la búsqueda de un capítulo en específico fue que el índice estuviera en la parte de atrás porque, en mi caso, yo jamás reviso las últimas páginas de un libro antes de terminarlo, por lo tanto creí que la obra no disponía de un índice y que tendría que poner marcadores para poder identificar los capítulos de manera más sencilla. Así surge una sugerencia: quizá sería más efectivo que el índice se presentara desde el comienzo para que lectores como yo habituados a leer y que nunca indagan el final de una obra antes de terminar de leerla, puedan conocer la ubicación de un capítulo en específico desde el principio.
          Por otro lado me encantó que Braun se haya apoyado en imágenes y esquemas para ampliar la información, pero a veces resultaba un poco confuso identificar partes que señalaban las flechas porque son en blanco y negro y se perdía un poco el punto; por lo tanto, otra sugerencia es que, si es posible, se corrija la manera en que se ilustran los tejidos y órganos, quizá cambiarlo a una impresión a color para hacerlo más entendible y claro a los lectores, y de la misma manera más atractivo para alentarlos a continuar leyendo y cultivar nuestro conocimiento sobre la composición y funcionamiento del propio cuerpo.
          Asimismo, se me hizo admirable por parte de Braun que haya clasificado como sentidos a todos aquellos que nos dan sensaciones internas o nos ayudan a analizar el espacio a nuestro alrededor, y me refiero a los que describe a partir del noveno capítulo, a esos a los que casi nadie considera sentidos, como lo es la percepción espacial, percepción de movimiento, sensaciones cinéticas, estáticas y dinámicas, e incluso las sensaciones de hambre y sed.
          En mi opinión, todo está muy bien explicado, en ningún momento me sentí confundido por una mala dilucidación o una descripción incompleta, e incluso me sentí muy interesado por cada apartado del texto porque me hizo darme cuenta de que si algún día llego a perder uno de estos sentidos, no seré el mismo; me hizo comenzar a valorar aún más cada uno de ellos.
          Además, es un libro que abarca una amplia variedad de temas, porque no sólo se centra en un solo tópico, y con esto me refiero a que no sólo se enfrasca en explicar anatomía, sino que también se ve complementado por física, química, biología y hasta música, porque no pasó por alto el análisis de frecuencia en el capítulo del oído, en donde la nota La es protagonista, y nos muestra que tiene una frecuencia de 440 Hz, algo que la mayoría de los lectores ignora (me incluyo en esa mayoría, hasta antes de leer esta obra).
          Por otra parte, algo que desde mi perspectiva hizo falta en esta obra fue hablar de las emociones. ¿Por qué? Porque estas mismas están conectadas a nuestros sentidos, como cuando acariciamos a la persona que amamos y se nos eriza la piel o cuando miramos a esa misma persona y nuestras pupilas se ensanchan. Me habría encantado que Braun tomara en cuenta también las emociones al hablar de los sentidos porque tienen muchísimo que ver con ellos, y al menos yo que soy una persona sumamente curiosa, estaría encantado de descubrir por qué es que nuestro cuerpo reacciona de una manera específica al estar en contacto con emociones como la tristeza, la felicidad, el miedo o la ira. De verdad me quedé con ganas de que este tema saliera a relucir en alguna de las secciones de cada sentido.
          Debo confesar que mi capítulo favorito es en el que analizamos el sentido del oído, porque casi todo fue nuevo para mí, y realmente no apreciaba tanto este sentido puesto que nunca le había prestado tanta atención, pero ahora habiendo leído esta obra, me doy cuenta de que el oído es uno de los sentidos más complicados de analizar porque todo se lleva a cabo en órganos diminutos, y al menos eso resulta cautivador para mi mente curiosa. Si algún día tengo la oportunidad de pertenecer a un equipo de investigación que tenga como proyecto analizar el funcionamiento del oído y cómo es que éste procesa los sonidos, me sentiré muy orgulloso y le agradeceré a Braun por haberme metido en la cabeza tanto interés por mi maravilloso oído. Me sentí especialmente fascinado  con la teoría del funcionamiento de las células ciliadas en el oído de Hermann von Helmholtz, y me encantaría ver la experimentación respecto a esto, pues si es como lo describió, cada célula ciliada vibraría con su específica frecuencia asignada, y sería como si tuviéramos un pequeño piano sin apagadores que hace vibrar sus cuerdas cada vez que una frecuencia de la misma tonalidad de cualquiera de ellas entra en el canal auditivo, además de que sería precioso observarlo. Dentro de este capítulo también analizamos el timbre de los sonidos, tema que me resultó sumamente cautivador porque con mi poca experiencia como músico puedo notar la diferencia entre el sonido de uno u otro instrumento aun cuando tocan la misma nota al unísono, y a pesar de poder diferenciarlo, no sabía a qué se debía este fenómeno. Ahora, habiendo leído esa sección, aprendí que la diferencia de timbre se debe a que cada instrumento produce el sonido deseado más los armónicos en diferentes frecuencias; cada uno de ellos tiene determinada distribución de energía y por eso mismo es que el sonido cambia, por ello notamos la diferencia entre una nota La producida por un violín y por un piano.

          Así, termino mi presentación de El saber y los sentidos, ¡aplausos para los protagonistas! Sin duda, es una de las mejores obras científicas que he leído y de la que presumo haber aprendido más de lo que imaginé, pues ahora conozco de manera más profunda el funcionamiento de mis sentidos y, con un sentimiento proveniente del corazón, felicito al autor de esta completísima obra y le agradezco por parte de mis ojos, mi nariz, mis manos, mi boca y mis oídos, el gusto con el que escribió este libro.



SEGUNDO LUGAR: Dulce Anahí Bautista Barrera


Braun, Eliezer. Caos, fractales y cosas raras, Fondo de Cultura Económica (col. La Ciencia para Todos No.150), México, 1996.



La obra a reseñar obliga al lector a analizar y reflexionar sobre el conocimiento que el hombre tiene acerca de su alrededor, pues la lectura me dio a entender que ese mismo conocimiento ha estado errado o no ha sido tan exacto como se creía; y ciertamente terminé preguntándome: -Si esta idea fue todo lo contrario a lo que se pensaba, ¿qué ideas sí serán precisas? Y, ¿qué tanto sabemos de nuestro mundo en realidad?-.

El libro Caos, fractales y cosas raras de la colección “La ciencia para todos” consta de una introducción, de veintiocho capítulos de diferentes dimensiones, imágenes tanto en blanco y negro como a color, gráficas y, para finalizar, un índice. Su autor, Eliezer Braun, cuenta con un doctorado de la Universidad de Leyden, Holanda y ha practicado la enseñanza tanto en la UNAM como en la UAM Iztapalapa; además, es uno de los principales aportadores de obras de esta colección, contando con otras cinco obras las cuales son: “El saber y los sentidos”, “Arquitectura de sólidos y líquidos”, “Electromagnetismo: de la ciencia a la tecnología”, “Un movimiento en zigzag”, y “Una faceta desconocida de Einstein”. Cabe decir que debido a que ha escrito tantos títulos se ha ganado mi total credibilidad.

El propósito de Braun en la reseña del libro que presento es explicar el contenido del texto (de una manera somera y sencilla), sobre una nueva revolución científica dada durante los últimos cuartos del siglo anterior a éste: el estudio de los fractales y el caos; nos indica dos descubrimientos que cambiaron el pensamiento moderno de las personas, además de que también nos habla de la relación existente entre ambos.

Fractal, es una forma con la característica principal de la autosimilitud y constituye a las figuras irregulares. Respecto a este tema, la enorme diferencia entre el ayer y hoy es que existía la creencia de que el mundo estaba regido por las figuras definidas con tangentes, es decir, por la geometría Euclidiana, pero hoy en día se anuncia y se confirma que es la geometría fractal la reina, la monarca y la emperatriz de las geometrías, puesto que es la predominante en nuestro ambiente, en nuestra vida cotidiana. Ésta se encuentra tanto en los pequeños copos de nieve como en numerosas costas; desde los corales naturales de las profundidades marinas hasta el fenómeno de traslación y rotación de los astros cósmicos… incluso hay fractales en los rayos o en algunas series numéricas.

Un punto a favor del libro es que te muestra una forma de que tú puedas comprobar lo que estás leyendo y te convenzas de que es cierto. Con este objetivo el autor nos da un buen ejemplo práctico de cómo observar un fractal; el ejercicio de hecho es muy simple y se puede realizar en casa: se basa en la colocación paralela de dos espejos con un espacio suficiente entre ellos para que te sitúes entre ambos, con lo que podrás observar que ese es un fractal por la razón de que tu figura se refleja en los espejos indefinidamente igual, pero con menores dimensiones.
Con los fractales también se pueden fabricar cosas asombrosas, por ejemplo los paisajes hechos a computadora que tienen la principal utilidad de poderse ocupar al realizar una película, o una serie de televisión computarizada, o tal vez una impresión; otra verbigracia sería la construcción de obras arquitectónicas tan magníficas como lo es la famosa torre Eifel.

Por otro lado, si yo te hiciera la pregunta: ¿para ti qué es caos?, seguramente si eres inexperto en la materia de física te irías por el significado vulgar del total desorden, pero ¡Adivina!, en la realidad el caos es descrito como un desorden ¡¡ORDENADO!! Suena raro, ¿verdad?, pero es cierto, (así es como nos lo expone Braun). Eliezer realmente te convence con sus argumentos de este disparate no tan disparatado del desorden ordenado. Verás: para haber una situación caótica forzosamente tuvo que haber una situación estable anterior a ésta en la cual sus condiciones iniciales cambiaron un poco, y con este cambio todas las respuestas posibles se dividen en periodos, primero de dos, luego de cuatro y después de seis hasta que los resultados son tantos que ya no se repite ninguno y los periodos desaparecen creando una zona caótica, pero después los parámetros vuelven a cambiar haciendo que se formen nuevos periodos pero ahora de tres, de cinco, de siete, etcétera, hasta que vuelven a desaparecer, continuando así formando todo un circuito. ¿Verdad que ya no suena tan loco el desorden ordenado?

Al principio también dije que existía una conexión entre lo que son los fractales y la definición de caos, y aunque aparentemente son dos cosas totalmente diferentes, en el transcurso de la lectura me pude dar cuenta de que esta relación es tan estrecha como la que hay ente las palabras casa y ladrillos… ¿ya te diste cuenta? ¡El caos puede estar formado por fractales!... La mayor de las simplezas.
El autor también introduce otros conceptos que ayudan al lector a entender los dos anteriores y nos proporciona una gran diversidad de ejemplificaciones. Uno de los “ayudantes” es el movimiento browniano, es decir, el movimiento en zigzag, el cual sirve como ejemplo de fractal. También se encuentra la curva de Koch, que vendría siendo como el instructivo de cómo armar los fractales; a ésta se le relaciona el giroritmo (que es igual al número de repeticiones de la curva de Koch en la realización del fractal), después nos topamos con la geometría fractal, la geometría euclidiana y las leyes de Isaac Newton, y en último lugar descubrimos las características en común de todas las problemáticas sobre el caos y los fractales: el hecho de ser fenómenos no lineales y que se encuentran en situaciones deterministas.

Al momento de leer el libro te puedes dar cuenta de que hay partes que se podrían entrelazar, como sería el caso del capítulo XVII “Acerca de los ciclos biológicos. El caso del corazón. El caos saludable”, y del capítulo XVIII “Estructuras biológicas y raras. La sabia evolución de los fractales”, pero en presencia le podría resultar un poco tedioso al lector porque la idea principal es la misma: los órganos son fractales.

En cuanto a las ejemplificaciones, son diversas y variadas: vienen desde el área de la música hasta la física, pasando por la geografía, la astronomía, la aritmética y la economía, brindándonos dificultades como la comprensión de los espectros musicales, o del fenómeno de la turbulencia en los fluidos, al igual que la formación de las montañas u otros relieves terrestres; o también del comportamiento del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, el de los planetas del Sistema Solar, el de los satélites tanto naturales como artificiales, entre otros astros; incluso nos da a conocer la serie de Fibonacci y la impredictibilidad del ascenso y del descenso de los precios de la bolsa de valores, en donde ambas ocasiones muestran un comportamiento fractal.

Además de que esta temática es interesante por la introducción que nos brinda a una de las teorías más importantes en la actualidad para el progreso científico y la mejora de la calidad de vida de la raza humana: la teoría de la complejidad (a la que pertenecen el caos y los fractales), la cual es verdaderamente fácil de comprender debido a su vocabulario claro y sencillo, a la explicación de tecnicismos y a la reafirmación de esta explicación con varios ejemplos bien planteados y, por lo tanto, completamente comprensibles; además, la implementación de diferentes indicadores visuales realmente hacen que se te olvide el prejuicio de que al escuchar las palabras “texto de divulgación científica” se aproxima un huracán a tu cabeza.

El contenido presentado es del año de 1996, cuando apenas se estaba desarrollando la teoría de la complejidad; en la actualidad el tema se ha investigado progresiva y prósperamente, y se alcanzaron las siguientes conclusiones: la física reduccionista (teorías) ha llegado a su fin y ha sido sustituida por la física adaptativa (experimental), e incluso se han hecho declaraciones que llevan a una actitud optimista acerca del progreso de la teoría de la complejidad, como la de a continuación:

“[…] Si en el momento no hay leyes de la complejidad hay autores que han enumerado una serie de elecciones sencillas sobre la complejidad que se derivan del análisis y la observación de numerosos sistemas complejos que existen en el universo […]”, lo cual puede ser el principio de la formulación de nuevas leyes físicas, tema perfecto que serviría para otro de los trabajos de Eliezer Braun (si lo decidiera así), pues por lo visto se llevaría a la perfección con su estilo cambiar de nueva cuenta el pensamiento contemporáneo, al sacar a la luz las leyes que podrían eliminar a las del famoso Isaac Newton.

El texto termina muy similar a su introducción: “[…] Los fractales y el caos tienen aplicación en varios campos del conocimiento; éstos han abierto una posibilidad de entender fenómenos que con anterioridad no habían sido tratados satisfactoriamente y que se comportan de formas análogas. [...] Es así que hemos presentado un tema que causa revolución en el pensamiento científico contemporáneo: el de los fractales y el caos”. Pero sin duda alguna lo más fascinante es la cuestión planteada en la introducción: la creencia de que la geometría euclidiana era la más abundante en el planeta y que este planteamiento era totalmente contrario a la realidad, lo que te hace pensar en la posibilidad de que otras teorías podrían ser erróneas… ¿Todo lo que se enseña en la escuela es realmente cierto o resultará inútil en el futuro? Francamente también me pregunto: ¿seguirán verdaderamente los nuevos conocimientos el camino a lo correcto o la humanidad volverá a caer en respuestas equivocadas; de verdad estaremos yendo al progreso o será una desviación? … la respuesta la dejo a tu criterio.

Para finalizar, cabe mencionar que mi mayor motivo para recomendar el libro “Caos, fractales y cosas raras” es porque no sólo te enseña sobre los conceptos centrales, sino que también adquieres conocimientos adicionales contenidos dentro de las explicaciones y los ejemplos, lo cual aumenta la riqueza del libro; además, te impulsa a analizar y a reflexionar acerca del verdadero progreso del hombre en cuanto al conocimiento que tiene de su alrededor, pues el autor informa que las bases de estas teorías ya se habían planteado desde el siglo anterior, cuando salieron a escena por científicos como Poincaré y Gottfriend Wilhelm Lerbiz (entre otros), pero éstos fueron ignorados y sus propuestas pasaron indiferentes para la ciencia. Sólo imagínate que desde hace un siglo hubieran aceptado estas teorías… ¡¡¿qué tan avanzados estaríamos en el mundo en cuanto a ciencia y tecnología?¡¡



SEGUNDO LUGAR: Óscar Hernández Peralta


Ongay Fausto, Máthema: El arte del conocimiento, Fondo de Cultura Económica (col. La Ciencia para Todos #177), México, 2000.


Máthema: El arte del conocimiento, es un libro de la colección “La ciencia para todos” en el que el Dr. Fausto Ongay, miembro del Centro de Investigación en Matemáticas (CIMAT) en los campos de geometría diferencial y la física matemática, nos ofrece una obra en la que encontraremos una visión histórica de el autor sobre una ciencia que para muchos es difícil de entender por su complicado lenguaje; un ejemplo lo veo día a día cuando algunos de mis compañeros se acercan a mí para que les explique todas las cosas que no entendieron en la clase de geometría, y a veces soy incapaz de ayudarles por el hecho de que estoy en el mismo problema de ellos al no entenderle a esa ciencia: las matemáticas. Es por eso que este trabajo que nos proporciona Ongay con un enfoque científico puede ser una guía para quienes lo leen y en el cual te explica el cómo se originaron diversos temas en las matemáticas como: el álgebra, los números, la simetría y la geometría a través de la historia de esta ciencia, y nos proporciona ideas, y fórmulas que te confirman puntos esenciales en esta gran ciencia.

El libro se conforma por nueve capítulos en los que procura utilizar un lenguaje que podamos entender, pero a veces recurre a tecnicismos y es por eso que antes de leerlo nos pide un nivel mínimo de bachillerato para poder entenderlos. El libro lo escribe en prosa y en el principio nos dice que lo va a hacer que se vea como una charla informal donde el autor da distintos puntos de vista; a veces incluye el francés para dar más realce a sus palabras pero al usarlo nos da el significado de las palabras desconocidas.

Llama la atención el que utiliza muy bien a los personajes para explicar los temas y crea un ambiente agradable que hace ver a las matemáticas de una forma sencilla; los capítulos están distribuidos de una manera que el lector pueda ir comprendiendo cada tema del libro y hace que todos se relacionen perfectamente.

“Reina y esclava de las ciencias”, es el primer capítulo que el Dr. Fausto Ongay utiliza para relacionar a las matemáticas con un arte y cita la frase de K. Weierstrass que dice: “es verdad que un matemático que no tenga algo de poeta nunca será un matemático perfecto”, así que es un muy buen inicio pues nos introduce a las matemáticas diciéndonos que debemos verlas como un arte y no como algunas personas la ven: como muchos números, fórmulas, ecuaciones complicadas; eso es algo erróneo pues las matemáticas no son nada de eso, sino que son arte y ciencia a la vez, que no te confunde sino que te ayuda a resolver problemas cotidianos. A esta arte y ciencia Ongay le llama Máthema y con esto nos introduce a un tema que hemos visto desde primaria y aún seguimos viendo en bachillerato y que es la simetría. Nos muestra cómo algunas famosas obras de arte tienen simetría como “El palacio de Versalles” y “La Alhambra”; nos explica qué es la simetría, y cómo los grandes físicos y matemáticos la han venido trabajando y dándole significado. La forma en como Ongay explica este tema es excelente pues muchas veces conocemos el significado de simetría pero no lo sabemos explicar, y no tenemos noción que existe en muchas partes, por eso la forma en que Ongay lo explica es muy buena, pues te da varios significados de matemáticos, arquitectos y físicos y te enseña cómo cada uno de los significados es lo mismo; además, te muestra cómo han venido trabajando con ella lo cual reafirma tus conocimientos y te hace ver que la simetría no es cosa de otro mundo sino que la vemos en todas partes.

Al igual que la simetría la encontramos en todas partes, también hallamos los números que han estado presentes desde el principio del ser humano. Con el nombre “En el país de los números”, en el segundo capítulo, el Dr. Ongay nos da una idea de cómo pudieron surgir los números utilizando la historia de un cavernícola genio, lo cual hace que nos demos cuenta de que los números son vitales en la vida de los seres humanos (aun para los cavernícolas). Algo que vemos a lo largo de la secundaria son los diferentes tipos de numeración de distintas civilizaciones, y en este capítulo Fausto Ongay nos muestra varios sistemas de numeración de civilizaciones importantes como Egipto y Babilonia, entre otras, y nos hace pensar en cómo fue el proceso que los llevó a basarse en un sistema de numeración, lo cual es muy importante pues nos ayuda a comprender mejor este tema.

Ahora, otro contenido en este libro que reseño es el de la geometría, el cual se ve muy difícil, porque existen diferentes tipos como la geometría de Euclides, la hiperbólica y la elíptica, las cuales son muy diferentes, y tanto las geometrías elíptica como la hiperbólica contradicen mucho a la simetría de Euclides. Aquí el autor nos va explicando en qué consiste cada una de ellas y nos indica puntos esenciales de cada simetría. Como por ejemplo: la geometría elíptica nos enseña la importancia de las antípodas en el plano elíptico.

Cabe aclarar que muchas veces podemos no entender los signos o tecnicismos que utiliza el autor, quien no nos da un glosario o no nos explica lo que significan; también usa muchos ejemplos de libros para el mayor comprendimiento de la geometría y a veces podríamos no saber nada de los ejemplos que nos da porque tendríamos que leer los libros que menciona para entenderlos mejor, pero en fin, comprendemos que las geometrías a pesar de ser diferentes todas conforman un solo punto que es la geometría.

Al final vemos el tema del álgebra como algo bien definido y fundamental en las matemáticas en el primer semestre de bachillerato, y entre más avanzamos en conocimientos sobre ella mayor es su grado de dificultad; lamentablemente, dijeran los franceses, c`est la vie, por eso es que muchos la evitan, por no entenderle, pero aquí nos explica el autor que surgió al darse cuenta las civilizaciones que había mecanismos para resolver todo tipo de problemas, mas no para complicárnoslos; también nos cuenta en forma de novela cómo se fueron formando las ecuaciones de segundo, tercer y cuarto grado, lo cual hace que las comprendamos mejor ya que son un punto importante de esta área de las matemáticas. Así, nos ayuda a saber lo que es el álgebra, para qué sirve y cómo la utilizamos en la vida cotidiana.

En conclusión, este libro es una guía para ayudarnos a entender puntos importantes en las matemáticas el cual me sirvió de mucho pues en los temas en que estaba in ambiguo esta obra me los aclaró; me enseñó el significado de puntos importantes como el álgebra y los números, y que fueron creados para ayudar a resolver problemas al ser humano, no para confundirlo más, así que es un excelente libro que nos puede servir cuando estamos en apuro en matemáticas, pues no está de más subir nuestro promedio escolar en esa área del saber humano. Además, recordemos que, si queremos, las podemos convertir en un arte, en un deleite por su aplicación en la vida diaria… Fausto Ongay nos ayuda a que así sea.



TERCER LUGAR: Juan Antonio Zamora Cortés



Rojas Garcidueñas, Manuel, De la vida de las plantas y de los hombres, Fondo de Cultura Económica (col. La Ciencia para Todos, núm. 98), 2ª ed., México, 1999.


Manuel Rojas Garcidueñas, quien estudió biología en la UNAM y más tarde obtuvo la maestría en la Universidad de Minnesota, es autor del libro “De la vida de las plantas y de los hombres” en cuya introducción nos indica que hablará de la vida o funcionamiento de las plantas y de lo que nos pueden enseñar para vivir mejor; también nos aclara que no es un texto de biología vegetal y mucho menos de divulgación científica, ya que estará escrito en una forma sencilla. Sin embargo, tal cosa no sucedió, ya que este libro maneja demasiados tecnicismos que la mayoría de las personas no conocemos, haciendo que se dificulte la comprensión del texto.

En el capítulo uno todo comienza con el ejemplo de un girasol que tiene distintos fines de acuerdo a situaciones o puntos de vista de varias personas; poco después nos menciona cosas como la clorofila, que es el sistema para producir color empezando por la respiración de las plantas, respirando bióxido de carbono y exhalando oxígeno; todo a la inversa del hombre, ya que nosotros respiramos oxígeno y exhalamos bióxido de carbono. Este proceso de las plantas es muy valioso para la vida de los seres humanos ya que el aire del planeta está compuesto de 25% de oxígeno y 72% de bióxido de carbono y otros gases en mucho menos proporción, es por esto que las plantas son muy importantes para nosotros; además, las algas marinas que se encuentran en el mar proporcionan mayor cantidad de oxígeno que las plantas, lo que se convierte en una cadena de conservación porque al contaminar los suelos con productos químicos, al igual que la contaminación del mar, estamos destruyendo de manera lenta algo que necesitamos demasiado y nos es vital para sobrevivir. Por esto y muchas más razones es que debemos y tenemos que conservar el medio ambiente.

Además, el autor menciona la producción de azúcar que se origina mediante el funcionamiento de algunas células encargadas de hacer esta tarea, como si fuese una sociedad muy compleja en donde cada célula tiene un cargo o una función. Hasta este momento el libro me parece aceptable, pero comienza a manejar palabras que no conozco ni comprendo, cosa que se soluciona consultando un diccionario pero al ser demasiadas palabras se vuelve inútil y desesperante, y no nos sirve para aumentar los conocimientos, al contrario, los hace confusos o los disminuye ya que a medida que vas leyendo te das cuenta de que la información que menciona no la compara o analiza con la vida de los seres humanos como dijo que lo haría y así, por tu propia cuenta y obvia razón lo haces tú comparando con tu vida y la de los demás; tal vez sea una estrategia o espacio diseñado por el autor para que tu imaginación empiece a trabajar, creando un espacio para el error al comparar de mala forma unos conceptos que menciona y no los asimilamos de manera correcta con la vida del ser humano.

Ya en el capítulo dos el libro mejora al explicar cómo una planta transforma la energía que proviene de los rayos del Sol con la ayuda de la clorofila y más células que se encargan de realizar esa función de la planta, como si fuera una sociedad como la nuestra y cada cual fuese un individuo que desempeña un cargo público u otra cosa y que sin ese individuo no sería posible el funcionamiento de la sociedad. Nos dice además que el Sol es la fuente de la vida al poseer rayos tan poderosos ya que su energía permite la estructura del suelo y, a su vez, que éste proporcione otro tipo de energía para nutrir a todas las plantas, como son los nutrientes como el nitrógeno (que es el elemento más importante para el crecimiento de las plantas) y a su vez exista alimento para todos los animales (incluyéndonos por supuesto) y oxígeno para la vida; para mantener este ciclo ocurren tanto fenómenos físicos como químicos que suceden tanto en el exterior como en el interior de cada planta y animal (incluido, por supuesto, el ser humano). Este fenómeno me ha hecho pensar mucho y me ha permitido llegar a la conclusión a la que he llamado “La cadena productiva alimenticia”, ya que todo empieza por la producción de la energía y la alimentación que se obtiene de ella haciendo que su eslabón sea indispensable en la cadena así como lo es un individuo de otro en la sociedad. Esto es procedido de un razonamiento muy lógico y cierto y por su misma naturaleza muy difícil de asimilarlo; nos dice que lo que hacemos consume energía, como por ejemplo la producción del maíz que al final será “Corn flakes”: todo inicia por el Sol, después éste junto con el nitrógeno, oxígeno, bióxido de carbono, agua, cosecha, trabajo manual, la industrialización, el empaquetado, el traslado, etc. requieren de una energía que será astronómicamente mayor que la que te proporcionará al comer “Corn flakes”. A partir de aquí el libro provoca profunda decepción porque te han planteado problemas sobre el consumo de energía pero no te propone una solución, además de hacer notar el otro problema que es la erosión del suelo que se refiere al fenómeno en el cual éste pierde sus propiedades y nutrientes, lo que hará que en un año se siembre lo que se siembre la cosecha será buena, pero si se siembra lo mismo al año siguiente la cosecha será de menor calidad; esto ocurre porque no existe un conocimiento sobre este fenómeno y el autor menciona que a cualquier país sin una educación respecto al tema se le asegura una catástrofe alimenticia al no contar con suelos fértiles para producir alimento para su población y, por desgracia, México es un país con este problema.

Con el capítulo 3 el autor proporciona conocimientos antiguos y nuevos sobre mensajeros químicos que se encuentran en el sistema nervioso y se conectan al cerebro como si fuese una empresa donde un departamento de ésta fuera la encargada de enviar un memorándum para activar una sección de la empresa; además, plantea que las plantas poseen un sistema similar, y es por ello que las plantas perciben su ambiente y así determinan si es apto para desarrollarse; a su vez saben cuándo dar frutos o cambiar follaje, etc. Pero aclara que este sistema no está tan desarrollado como el de los seres humanos, además afirma que hay variantes de este sistema como lo es el de un girasol que gira y crece más del lado que percibe los rayos del Sol, o el de las plantas insectívoras que se activan por pelillos que al ser tocados se cierran bruscamente y otras moléculas actúan consumiendo al insecto; esto es semejante a los vellos que tenemos (unos con mayor cantidad que otros) que al sentir frío u otra advertencia hacia nuestro cuerpo se erizan y comunican con el cerebro para que actúe y se autoproteja.

Cabe hacer mención que me parece que no es de mucha ayuda y utilidad el que al hablar de diversos temas sugiera el autor otros libros o publicaciones y agregue la palabra “véase” como si fuese una enciclopedia o algo parecido, y esto se manifiesta a lo largo de todo el libro, por eso no es de mi agrado porque se supone que el libro es eso, sólo un libro y no una publicación científica, además lo vuelve aburrido y estresante al no comprender el lector varias cosas.

Ya en el cuarto capítulo la diferenciación (concepto del capítulo), dice que es un fenómeno de diversificación y especificación celular; esto se refiere a la capacidad de poder decidir o manejar su reproducción de acuerdo a las características que tiene o debe producir para seguir el patrón de ADN que posee cada individuo. Para mi forma de ver el ADN es la maravilla de nuestro cuerpo ya que posee la información de nuestros ancestros, como lo es el color de ojos, cabello, tono de piel, altura, complexión, entre muchas cosas más. El fenómeno del ADN se concentra en células llamadas cromosomas, que son los caracteres de los progenitores y los que llevan a cabo el procedimiento mencionado al principio. Todo comienza con la creación de la célula que dará origen al ser vivo, como lo puede ser una planta o un animal u hombre. Esta célula, en los tres casos, al principio posee una forma ovalada y poco después comienza por adquirir la forma base de lo que será. Hasta este momento sólo es una célula pero ocurre un fenómeno el cual consiste en que la célula se divide en dos o más; superficialmente lo hemos visto cuando una madre tiene gemelos o trillizos o, como en la mayoría de los animales, cuando tienen crías siempre son en un grupo numeroso de más de 4. Lo que no logramos apreciar es el fenómeno de diversificación que se muestra al ser diversos o variados seres vivos los que surgen a partir de una misma célula, como es la variedad de razas, rasgos etc., a pesar de que todos provenimos de una mismo padre por llamarle de alguna forma; además, el fenómeno de especificación nos indica que, a pesar de surgir de una misma célula, cada ser cuenta con características específicas que ningún otro ser vivo tiene, como lo son las huellas digitales o el iris, sin contar el color de piel, ojos, cabello, etc. Por esto tanto el mundo animal como vegetal posee variadas razas que tienen específicos patrones a pesar de ser idénticos en el funcionamiento de nuestro cuerpo y fenómenos que ocurren en él, ya que sin el fenómeno de especificación y diversificación no existiría tanta variedad. En mi opinión debemos agradecer a Dios (sin importar la religión o la forma como se le ve) o método por el que fuimos creados dependiendo de nuestras creencias, por darnos o adaptarnos con estos dos fenómenos pues así tenemos una vida única para cada ser vivo al ser diferentes en muchos y variados aspectos de nuestro ser, ya que sin ellos la vida no sería como lo es ahora, tal vez tendríamos una vida monótona sin gustos hacia otros seres.

En los últimos tres capítulos (quinto, sexto y séptimo) el autor escribe de la vida de las plantas como de los seres humanos desde el punto de vista de una persona que cree en un ser supremo por el que todo fue creado, al que nombra Dios. Considera que los fenómenos antes mencionados son tan complicados de reproducir en el mundo exterior o de entender porqué suceden así y porqué ocurren en nuestro cuerpo como si fuese una máquina perfecta (y así es: somos máquinas perfectas), que no pudo ser creada por alguien o algo tan simple y sencillo, lo que provoca que el ser humano busque una explicación que pueda asimilar, por esto existen muchas religiones o sectas que adoran o veneran a un dios creacionista y cada uno afirma cómo fuimos creados por este ser. Creo que existe este ser supremo porque no imagino otra forma de cómo surgió la vida tan compleja y los fenómenos que deben ocurrir para ésta; sólo creo que fuimos creados de una manera tan perfecta y sin error que es difícil descubrir y pensar todo nuestro funcionamiento y de dónde surgió esta maravilla de mecanismo. Al tener una imagen del ser que nos creó entendemos o podemos asimilar la perfección de nuestro cuerpo ya que sin esta imagen la vida sería un caos sin inicio, final o meta, pero aun con esa imagen nos es difícil aceptar unos fenómenos que ocurren en la vida diaria y buscamos respuestas fáciles porque tenemos miedo de aceptar una lógica mayoritaria e indagamos razones poco lógicas pero que no explican todos los fenómenos.

Al mencionar el autor esta creencia me da a notar una parte de su personalidad porque lo defino como una persona a la que le apasionan las ciencias biológicas o todo aquello relacionado con las creación y los aspectos de la vida, por ello estudió Biología, pero siempre creyendo que existe un Dios; esta idea pudo nacer desde su educación religiosa por parte de su familia y casa o también pudo haberse originado al ver todos los fenómenos que ocurren para la vida y que son tan complejos, y al no poder explicarlos al máximo su respuesta fue que Dios lo hizo todo.

En conclusión, la vida de los seres vivos (animales, plantas, hombres) está ligada o unida por varios fenómenos que son irrompibles y determinan el punto de inicio de cualquier vida, y que si faltara alguno de ellos por más insignificante que éste parezca, la vida no surgirá, pero no todo concluye en la vida porque después de que surja la vida, aparecerán fenómenos, problemas o situaciones como el consuno de energía y la utilización de la misma. Para mí la vida es un enigma con una respuesta muy fácil y sencilla la cual es que estamos vivos para disfrutar la vida misma y no para desgastarnos en buscar respuestas que si se llegan a encontrar o descubrir provocarán más preguntas, y así sucesivamente… pero la curiosidad del ser humano no permitirá que se disfrute la vida al máximo.

Por último, considero que la parte que me desagradó del libro es la que plantea palabras muy poco comunes y complejas además de indicar problemas fuertes y contradicciones, lo peor es que no te da ninguna solución a los problemas mencionados. Este libro podría mejorar si se cambiaran palabras complejas por un lenguaje más común (como indicó el autor que así sería) y, por supuesto, mencionar soluciones a los problemas indicados; como un extra podría indicar también el desenlace de estos problemas si no se resuelven a tiempo.


MENCIÓN ESPECIAL: Uriel Abdallah Sánchez Pacheco


Márquez, René. Las tortugas marinas y nuestro tiempo, Fondo de Cultura Económica (colección La Ciencia para Todos; n° 144). México: 2002.


Los problemas ambientales de los tiempos actuales, y la Tortulecta 2009 (Colecta para la conservación y protección de las tortugas y campamentos tortugueros del país), son sin duda alguna buenos pretextos para leer “Las tortugas marinas y nuestro tiempo”, de René Márquez, quien es doctor por la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional y ha dedicado su vida a la investigación, manejo y conservación de las tortugas marinas, tema sobre el que ha escrito numerosos trabajos y realizado diversas investigaciones para programas de conservación, tanto nacionales como internacionales, como el de la presente obra, donde aclara las dudas más frecuentes del lector acerca del interesante ciclo de vida de la tortuga.

Márquez nos ofrece en la colección “La Ciencia para Todos” un libro que aparte de que es muy interesante, educativo e informativo, puede ser de gran ayuda para la protección de las tortugas marinas, para un mejor uso de los campamentos tortugueros y para una participación social excelente, hacia estos animalitos. Siete excelentes subtemas te motivarán a que contribuyas al cuidado, conservación y mantenimiento, además de informarte de descubrimientos, datos interesantes y de la vida de las tortugas.

Comienza con un breve marco histórico sobre la evolución y esparcimiento de las tortugas marinas, además de indicar las diferentes especies existentes, con una explicación magnífica y envolvente. El autor enlaza de manera adecuada los momentos históricos tales como las eras geológicas, y nos “sumerge” y al mismo tiempo nos transporta hacia la vida de estos animales (lo cual es perfecto para el entendimiento de la obra), pero sobre todo nos hace reflexionar para que nos sensibilicemos hacia dichos animales.

En esta obra el autor describe de manera detallada a cada uno de los tipos de tortugas, enfocándose en sus características físicas como principal medio para su pronta localización; es así como nosotros como lectores podemos imaginarnos a estos animales: cómo viven, de qué se alimentan, su aspecto y las problemáticas existentes en su medio. Los párrafos de descripción están muy bien realizados, pero si colocara otras palabras más entendibles (menos tecnicismos, sólo en esta parte), facilitaría la lectura del libro.

El autor se refiere a las tortugas marinas como una riqueza presente en nuestro país, la cual no hemos sabido cuidar, ni nos damos la oportunidad para “sumergirnos” en su mundo y así conocer un poco más sobre ellas; es con este tipo de palabras con las cuales Márquez logra en el lector desarrollar una conciencia ecológica y así hace que te intereses más sobre el tema e investigues más acerca de ellas.

La vida de las tortugas marinas es muy interesante: cada hembra produce en promedio de cinco a siete anidaciones, con 118 huevos cada una; en particular el máximo de huevos producido por una hembra en un periodo anual ha sido de mil setecientos, los que originaron cerca de mil cuatrocientas crías, sin embargo, como cualquier otro organismo vivo, son vulnerables a la depredación y las clases de depredadores van cambiando conforme las tortugas van desarrollándose. El autor nos redacta que desde que la hembra pone los huevos en la superficie, éstos están expuestos al peligro: desde el ser humano, hasta perros y cerdos, los cuales hacen que la incubación no se realice en su totalidad.

Posteriormente, en el transcurso de la migración, las crías son atacadas por cangrejos, o aves como gaviotas, zopilotes, etc.; además de parásitos intestinales, tumores y diversas enfermedades provocando todo esto que, como en todos los seres vivos, las tortugas marinas estén expuestas a una mortalidad natural que varía a lo largo de sus vidas. Tal vez si en todo esto el autor hubiera colocado frases reflexivas o un poco más de emotividad a la información, hubiese logrado que el lector captara el mensaje de “protección hacia las tortugas”, o por lo menos un poco más de interés hacia el tema.

Casi todas las poblaciones de tortugas marinas se consideran amenazadas o en peligro de extinción debido a los problemas actuales, como la pesca clandestina de las pesquerías, alteraciones del medio, turismo, carreteras, petróleo y desechos industriales. Así nos lo menciona Márquez para que nos detengamos un momento a pensar o porqué no, ponernos en el lugar de las tortugas, y decir: “no es justo”, “ya basta”, y cambiar nuestra forma de pensar que es sólo en nuestro beneficio; saber que las tortugas marinas son seres vivos y que todos nosotros sentimos, nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos, pero que no sólo estamos para eso sino que también para protegernos unos a los otros, es por esto que debemos cambiar a manera que beneficie a todo lo que nos rodee, tanto humanos como animales. Esta obra es perfecta para la reflexión y comprensión de los animales en peligro de extinción, y toda la información es interesante para nuestra época y las circunstancias que vivimos hoy en día.

Dado lo anterior, la redacción de “Las tortugas marinas y nuestro tiempo”, conserva un alto nivel de enseñanza y de información, además de que aporta diversos problemas que tienen que ver con el tema y nos propone las soluciones de éstos. Las tortugas marinas y su existencia ya dependen de nuestra disponibilidad de un buen actuar; es conveniente que reflexionemos acerca de estos seres vivos y que al lograr estar en contacto con ellos, nuestra mente “navegue” por el tiempo y nos imaginemos cómo convivieron con los dinosaurios, para que así nos demos cuenta de cómo han sido las ganas de estos magníficos animales para poder seguir existiendo. Y realmente fue éste el propósito del libro: que cuando veamos un animalito de éstos, además de conocer más acerca de ellos, se nos venga a la mente un concepto de protección.

Según mi punto de vista esta lectura es buena en cuanto a conocimientos especializados de las ciencias del mar, ya que está escrito con muchos tecnicismos, pero al mismo tiempo nos dificulta la lectura, puesto que algunas palabras contenidas no son conocidas en nuestro nivel académico. Para ello el autor colocó un glosario al final de la obra que facilita en cierta forma que la persona que lea el libro pueda comprender más sobre el tema tratado, pero aun así debió realizar un libro dirigido a la juventud, con palabras más conocidas e incluso coloquiales para motivar a las nuevas generaciones el conocer el tema de las tortugas marinas.

La información del texto es muy descriptiva, lo que ayuda a el propósito de que el lector que no esté tan familiarizado con este tema de la rama de las ciencias del mar pueda entenderlo de manera detallada; además, para esto el autor colocó una serie de figuras ilustrativas que ayudan en gran parte en esa comprensión necesaria para cumplir el propósito del libro, ya que el lenguaje icónico y kinésico de las figuras siempre es el complemento de toda una idea haciendo que ésta sea mejor comprendida y al mismo tiempo logra hacer más amena la lectura, permitiendo así que los conocimientos adquiridos sean aplicados en beneficio del medio ambiente.

Las tortugas marinas, nos dice el doctor Márquez, son una riqueza que está presente y no hemos sabido cuidar y aprovechar, pues la captura excesiva antes, y la contaminación, la pesca clandestina y la incidental ahora, amenazan su existencia en el planeta. Es necesario que cobremos conciencia del valor actual y futuro de estos inocentes y bellos animales, que sólo nos han demostrado sus ganas de seguir viviendo, de seguir existiendo aunque sean unas cuantas especies de tortugas en todo el planeta.

El hombre es el único actual responsable de la lucha por la existencia de estos antiguos, pacientes y longevos reptiles, lentos en la tierra y graciosos en el mar; su futuro depende de nosotros. Con todo lo dicho anteriormente, Márquez deja en claro qué es a lo que quiere llegar con todo lo escrito en libro y enlaza el pasado, presente y futuro de manera adecuada, con la misma idea siempre: cuidar a los animales.

El maravilloso mundo de las tortugas marinas, su forma de vida y nuestros tiempos se resume como un gran proyecto arquitectónico, con un cimiento especial donde empieza paso a paso a formar una gran obra: sus muros nos informan muchas cosas extrañas para nosotros pero cotidianas para las tortugas, que muchas veces pasamos desapercibidas, y no nos damos cuenta cuál es el poder del daño que podemos ocasionar; pero en este proyecto, no podría faltar el techo del edificio, ya que es el que protege todo lo del interior de la obra y no sea esto echado a perder, y como el techo del edificio, debemos ser así con las tortugas, ser sus protectores y cuidar de ellas para que no les pase ningún mal. El leer “Las tortugas marinas y nuestro tiempo” es como esperar la inauguración de un edificio que aporta en beneficio de todos, la sensación de ayudar a seres vivos que necesitan de otros, que quieren sobrevivir pero que las circunstancias están haciendo que desaparezcan. Así como yo, únete a la inauguración y aporta a la causa. Salvemos a estos animales de su extinción, toma la iniciativa “ya que tiene más valor una tortuga viva… que muerta”.


MENCIÓN ESPECIAL: Jairo Adalberto Ramírez Sarabia


Braun E. (2000) Una faceta desconocida de Einstein. 2da. edición. México: Fondo de Cultura Económica (Col. La Ciencia para Todos No.19).

En la obra de divulgación científica Una faceta desconocida de Einstein, el autor Eleizer Braun, quien estudió en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y obtuvo su doctorado en la Universidad de Leiden Holanda, nos ofrece en 102 páginas organizadas en una introducción  y 12 capítulos, una muy estimulante descripción que aborda los descubrimientos hechos por Albert Einstein en el campo de la física. En cuanto al material que facilite la lectura (imágenes y diagramas) pueden parecer un poco confusos ya que emplean ciertas palabras propias de la física,  sin embargo, el pie de grabado aclara las dudas emergentes.  Además, aunque esta obra fue escrita en el año 2000, doce años después su información sigue resultando muy atractiva y útil,  pues hasta el momento fundamenta a las teorías nuevas y no ha surgido información  contraria.
     Por otro lado y a pesar de que el propósito del autor en este libro es abarcar de  forma introductoria y amplia los avances hechos por el personaje que es centro de la publicación (Einstein), éstos son expresados de tal forma que requieren de un previo conocimiento de cierta terminología, principalmente de física, véase por ejemplo: “[…] la energía de un electrón depende de las dimensiones de su órbita […]”; sólo así se podrá comprender el escrito, esto nos permitirá sentirnos identificados y, por consiguiente, motivados para llevar a cabo la culminación y análisis del libro, pues si aplicamos esta práctica (en nuestra vida diaria) nuestro análisis de información será más efectivo y consecuentemente contribuirá en un aumento significativo de nuestro rendimiento académico. Cabe añadir que si se cuenta con el deseo de saber más y una curiosidad implacable (como  niño de 4 años) esta obra se nos hará de lo más interesante y nos enseñará mucho, partiendo de la idea de que el atractivo que presenta conocer el funcionamiento de nuestro entorno es únicamente superado por lo versátil que resulta el manejo de la física en muchas disciplinas, tanto de manera académica como para enriquecer nuestra cultura.  
Si bien en el desarrollo del libro el autor nos presenta varios de los conceptos que necesitaremos posteriormente para la comprensión del mismo, sería de una incalculable ayuda poseer un glosario amplio sobre el tema, ya que la consulta de éste nos facilitaría tener una lectura más atractiva para los neófitos en la materia.
     Es importante hacer notar que Eliezer a lo largo de cada página nos relata la historia del tema que fue objeto de estudio de Albert Einstein: los efectos de la radiación en la materia, desde las primeras teorías formuladas por personajes como Joseph Black hasta la formación de la teoría cuántica por Max Planck y el mismo Einstein. Esto puede parecernos un poco tedioso y hasta confuso, pero es precisamente esta información histórica la que nos permitirá reconocer la trascendencia de los avances logrados por personajes  como Planck y Einstein en la física moderna y en nuestra vida diaria.
En lo concerniente a la introducción presentada por el escritor de este libro, ésta nos  describe grosso modo quién fue Albert Einstein, cuál es la repercusión de sus contribuciones (que llevaron a la creación de láser, transistores, chips, etc.) y nos adelanta los contenidos globales de cada capítulo.
     Por otra parte, conceptos como el calor específico y variaciones de temperatura  en distintas sustancias, son fenómenos en los que estamos presentes todos los días (hervir agua, cocer los alimentos y hasta exponernos al sol) pero, te has preguntado ¿Por qué sucede lo anterior? Pues las primeras mediciones de susodichos fenómenos se realizaron precisamente para resolver esta interrogante, por científicos como Joseph Black, Lavoisier (entre otros) alrededor de 1760 y es aquí donde comienza la historia que narra el libro  objeto de reseña en esta ocasión, y nos conduce por la evolución de nociones de la física  que actúan y rigen en el mundo que creemos conocer.
     En relación con lo anterior, en el escrito de Eliezer Braun, es importante prestar especial atención a lo que se describe en los primeros capítulos, porque si bien no es el  punto central al que se quiere llegar, éstos, como ya había mencionado con anterioridad, son los antecedentes que nos permitirán entender los postulados finales. Durante dichos capítulos se tratan las teorías principalmente de Newton y Maxwell que regían en la aceptación de la época, también nos menciona el surgimiento de artefactos como los refrigeradores (que son aparatos que retiran el calor por medios mecánicos), y de la teoría cinética que, como explica el libro, trató de relacionar los fenómenos macroscópicos con lo microscópico; es esto lo que causa una revolución que sería explicada más adelante por Einstein, a pesar del rechazo inicial por parte de la comunidad científica. 
     Es esta parte la que resulta más fácil de comprender por un lector promedio ya que  las ideas presentadas son aceptadas fácilmente por nuestro sentido común; sin embargo, las teorías son incompletas o erróneas porque, tal y como menciona el libro, éstas no podían explicar satisfactoriamente fenómenos físicos tanto macroscópicos como microscópicos simultáneamente. Es precisamente esta ruptura del “Sentido Común” la que llevó a Einstein a lograr grandes cosas.
Como es de esperar, los capítulos a partir del noveno nos relatan cómo se encontraba la situación (un caos polémico  producto de no querer  dejar las teorías viejas y aceptar nuevos puntos de vista) y nos presenta la Teoría de los Cuantos que fue parcialmente presentada por Planck, pero  perfeccionada y fundamentada por Einstein.     
     Recapitulando,  se observa   que el  contenido de  este libro  se puede dividir  en dos  partes    principales de  acuerdo a  la temática:  en primer lugar  la física clásica,  caracterizada por la mecánica  de Newton y el  electromagnetismo  de Maxwell; ésta es  abordada por  el autor en  su obra  desde  el primer capítulo  hasta al  noveno. A partir  de este  último  se remarca el surgimiento de nuevas corrientes en la forma de entender  y explicar la Física,  lo que constituye la segunda parte del libro,  en donde destacan por su participación Max Planck y el mismo Einstein, con su postulación de la  teoría cuántica.
     Cabe mencionar que al final del último capítulo, el autor generaliza y nos explica (de una manera implícita) el porqué del título y creación de su obra, siendo esto el  rescatar un trabajo perdido (al que él llama “una faceta desconocida”) de tan importante figura científica que hemos tratado a lo largo del desarrollo de este libro: Albert Einstein… aunque dicho trabajo fue opacado irónicamente por el trabajo de la relatividad del mismo autor.     
     En definitiva, este libro es un ejemplar que enriquece nuestra cultura  y nuestros conocimientos sobre cómo está constituido el mundo que nos rodea (en general, la materia), y amplía lo que comúnmente nos enseñan en la escuela. Otro tanto se puede decir al comentar que la elaboración de un libro con más ejemplos y la adición de un glosario crearían un panorama distinto en el cual un mayor número de lectores se interesaría.
     Finalmente, considero pertinente mencionar que el tema del libro es increíblemente interesante, puesto que a pesar de los años que han pasado los modelos propuestos siguen siendo las bases de la física moderna (además de ser este campo objeto de mucho estudio); sin embargo, la estructura con la que el autor plantea el contenido nos puede  atiborrar de conceptos si no los estudiamos previamente, no obstante recomiendo ampliamente este libro que sin dudas estimulará tu deseo por saber más, y si cultivamos adecuadamente nuestra curiosidad nos llevará a hacer  cosas trascendentales, como lo fue el descubrimiento de la gravedad y la teoría atómica en el pasado, hasta ser autores en investigaciones que contribuyan a salvar vidas en un futuro.
     Por último, les recuerdo lo que el mismo Einstein nos aconseja: “nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber”.