domingo, 24 de agosto de 2025

LENGUA Y COMUNICACIÓN I 2025

                                 












sábado, 23 de agosto de 2025

EL PÁRRAFO

 


 El lenguaje escrito es más complicado. Nuestra redacción requiere  mayor formalidad y no podemos auxiliarnos de otros apoyos (lenguaje kinésico y proxémico) como en el caso del lenguaje oral.

      El lenguaje escrito nos exige pensar, ordenar los pensamientos   –usar la lógica-, y escribir, ordenar las palabras por escrito –usar la gramática (“Redactar es ordenar”, dice Martín Vivaldi). Las palabras aisladas únicamente nos remiten al objeto que quieren significar; las oraciones ya nos dicen algo sobre ese objeto, que entonces se convierte en sujeto del enunciado.

     Llamamos frase a la palabra o conjunto de palabras mediante las cuales se expresa una idea, sin llegar a emitir un juicio sobre el objeto o sujeto mencionado. Ejemplo: los peces en el río. Ésta es una frase que nos transmite una idea: se está hablando sobre los peces que están en el río; sin embargo, la frase no nos dice nada sobre ellos: si son muchos o pocos, si son grandes o pequeños, si son bonitos o no, etc.

     En cambio, una oración es una palabra o conjunto de palabras mediante las cuales se expresa un juicio sobre su objeto o sujeto. Ejemplo: los peces en el río juguetean alegremente bajo los rayos del sol. Ahora sí se afirma algo sobre los peces que están en el río. Las oraciones tienen necesariamente un sujeto sobre el que se afirma algo, y un predicado, que es ese algo que se afirma del sujeto.

     Tanto a las frases como a las oraciones se les puede denominar enunciados (bimembre o unimembre), ya que por tal entendemos la expresión breve y sencilla de una idea. Periodo es el conjunto de enunciados gramaticalmente enlazados y con sentido completo. Ejemplo: El trabajo y la constancia son cualidades que permiten al hombre conseguir lo que se propone, pues así puede salvar los obstáculos.

     Al reunir varias frases u oraciones como parte del desarrollo de un escrito que está separada por punto y aparte, da como resultado un párrafo. La palabra párrafo (también parágrafo) proviene del griego parágrhaphos compuesto de dos vocablos: “para”, que se traduce “semejante”, y “graphos” que se traduce “escritura”. Al párrafo generalmente lo definimos como un conjunto de oraciones escritas que comparten un tema y un contexto comunicativo, por lo que las escribimos en un orden, es decir, en secuencia. El párrafo también es considerado una de las unidades en que se puede dividir un texto escrito.

     Los párrafos de un escrito los organizamos entre sí de una manera secuencial y lógica, así como las oraciones que forman parte de cada uno de ellos. De esto dependerá la cohesión y la coherencia del texto y posteriormente para transmitir correctamente el mensaje al lector al que va dirigido. Ejemplo: Yo vivo en esta casa. Yo no nací aquí, sino en la ciudad de México. Cuando tenía cinco años, nos cambiamos a esta ciudad. Así que llevo doce años viviendo en esta casa.

     Mientras que una oración nos dice algo sobre un sujeto, un párrafo o conjunto de oraciones nos presenta una visión más completa sobre el tema que estamos tratando. Debido a esto, se puede afirmar que el párrafo es la unidad básica de todo escrito, o sea, es una unidad lógica, lingüística y contextual, por medio de la cual se expresan pensamientos o sentimientos.

 

     La relación lógica de los enunciados es importante en un escrito. Es necesario enlazarlos de acuerdo con el grado de relación que existe entre ellos: mayor grado de relación, mayor cercanía. El enlace debe guardar correspondencia con el vínculo semántico. Ejemplo:

1. Los pueblos sufren siempre los errores de los gobernantes; por sus deficiencias la gente ha padecido, el pasado  lo   confirma.

2. Los pueblos sufren siempre los errores de los gobernantes; ellos padecen las deficiencias, el pasado lo confirma.

3. Los errores de los gobernantes causan sufrimientos a los pueblos; éstos padecen esas deficiencias, el pasado lo  confirma.

     Los textos 1 y 3 tienen más coherencia porque las palabras cercanas al punto y coma tienen mayor relación. En el número 2 no existe ese mismo grado de relación, la palabra ellos se 

refiere a los pueblos, pero la cercanía lo asocia también a los gobernantes, creando, por lo tanto, ambigüedad.


                                        CARACTERÍSTICAS DEL PÁRRAFO

 

Desde el punto de vista formal:

* Lleva letra mayúscula al principio del renglón.

* Está constituido por frases u oraciones que tienen unidad y coherencia.

 

* Empieza con una sangría (a partir del segundo párrafo del escrito). Cabe aclarar que los escritos modernos no inician  con sangría, aunque sí manejan doble espacio después del párrafo anterior.

* Termina con punto y aparte.

 

Desde el punto de vista del contenido:

*  En primer lugar, un párrafo se caracteriza porque ofrece una unidad de pensamiento, ya que las diversas  oraciones  o frases que lo conforman tratan sobre el mismo tema. Mientras se siga escribiendo del mismo tema, no debe terminar el  párrafo, es decir, no se debe poner un punto y aparte.

    Sobre un mismo tema se pueden decir diversas ideas. Cada una de estas ideas va expresada en una frase u oración diferente, al final de la cual se pone un punto.

* Siempre tienen una idea o enunciado principal. Cuando haces un resumen de un texto, es importante saber destacar cuál es la idea principal de cada párrafo, porque es esa idea la que vas a anotar en el resumen.

* Ese enunciado principal es complementado, apoyado o enriquecido por uno o varios enunciados u oraciones secundarias. A través de estos enunciados secundarios, se ofrece al lector información complementaria o de apoyo a la  idea principal del párrafo.

 

 

                                           CUALIDADES DEL PÁRRAFO


Redactar es escribir claro, íntegro, breve y original. Por ello, al redactar un párrafo se deben de tomar en cuenta ciertas cualidades que ayudaran a la presentación clara y precisa del mensaje. Así, tenemos la unidad de sentido, la autonomía y la coherencia.

Unidad: La unidad determina el criterio de redacción de un párrafo. Todas las oraciones de un párrafo deben de estar relacionadas con la oración principal para que pueda decirse que hay unidad. Es decir que, todas las ideas que lo integran deben tratar sobre un mismo tema o asunto.

Autonomía: Se refiere a su capacidad para desarrollar una idea principal que no dependa de otros párrafos para ser comprendida, actuando como una unidad de sentido dentro del texto.


Coherencia: La coherencia consiste en seguir el orden lógico de las ideas que conforman el párrafo. Es decir, todas las oraciones se suceden en un orden lógico y natural; ayudando a mantener a través de todo el párrafo, la idea principal.


                                            ESTRUCTURA DEL PÁRRAFO

 

 En la redacción de párrafos, la coherencia se pone de relieve utilizando elementos de enlace y de transición. Estos elementos agilizan y facilitan la expresión de las ideas. Se usan diferentes clases de nexos que ayudaran a presentar un mensaje claro y coherente. Estos son: proposiciones, conjunciones, pronombres relativos y adverbios.

En un párrafo puede haber dos o más oraciones (integradas por sujetos y verbos), las cuales tienen que ir ligadas o relacionadas de alguna manera entre sí. Por ello, un elemento esencial en todo párrafo son los nexos, que son las conjunciones y las preposiciones, las cuales son utilizadas como elementos de conexión entre una idea y otra, entre una frase y otra, entre una oración y otra (Marcadores textuales o Mecanismos de coherencia).

     Para comprender un párrafo es importante detectar los sujetos, los verbos y los nexos que contenga:

* Al detectar los sujetos, nos percatamos de las personas o cosas sobre las que se está diciendo algo.

* Al detectar los verbos, podemos comprender lo que se quiere decir sobre esas personas o cosas.

 

* Al detectar los nexos, podemos comprender la relación que existe entre las diversas partes de una frase o de una oración, o la relación que existe entre las diversas oraciones que integran el párrafo.

                                                         

Las oraciones en un párrafo (desde el punto de vista semántico), son:

1)    La oración principal (temática), la cual proporciona el contenido del párrafo y enuncia el pensamiento que se va a desarrollar. La oración o idea principal se puede encontrar al principio, en medio o al final del párrafo.

2)    Las oraciones o ideas secundarias (o complementarias) se encuentran ligadas a la oración o idea principal (dependen de ella) y ayudan a matizar el pensamiento que se va a desarrollar.

Para hallar la idea principal (general) de un párrafo hay que responder las preguntas:

     ¿Qué pasó?

     ¿De qué o quién (es) se habla?

     ¿Qué se dice de ello?

Sin embargo, cabe mencionar que estas preguntas sólo son aplicables a párrafos aislados y no siempre ayudan a conocer la idea central del párrafo, sobre todo cuando éste forma parte de un conjunto de ellos que contribuyen al desarrollo total de una idea.

Las ideas secundarias responden preguntas como:

¿Cuándo?

¿Dónde?

¿Cómo?

¿Por qué?... las cuales pueden ayudarnos a localizar la idea general cuando ésta no es muy clara.

 

 

TIPOS DE PÁRRAFO

 

Los párrafos de introducción se encuentran siempre al inicio de un libro, de un capítulo, de un artículo o de un apartado. Como su nombre lo indica, estos párrafos sirven para introducir al lector al tema que tratará a continuación. Constituyen una especie de resumen que se presenta antes de desarrollar el tema con mayor detalle.

     La utilidad de estos párrafos es doble:

* Por un lado, le presentan al lector una especie de mapa conceptual, al indicarle los puntos que se tratarán a continuación y la manera como éstos se encuentran enlazados entre sí. De esta manera, el lector se va preparando mentalmente para comprender mejor y más a fondo las ideas que se presentarán a continuación.

* Pero, además, sirven para que el lector se dé una idea de lo que se va a tratar ese libro, artículo, capítulo o apartado,  y decida si le interesa o no, si le va a ser útil o no para los fines que pretende.

     Gracias a esta segunda característica de los párrafos introductorios, uno puede decidir, por ejemplo, si compra el libro o no, si lo saca de la biblioteca o, si le es útil para la investigación que está realizando. Ejemplos:

 

    He aquí una copiosa colección de cuentos pertenecientes a todas las épocas y a todos los países. Son muchos los centenares reunidos, y eso no obstante, forman sólo una muy breve antología. (Ramón Menéndez Pidal, Antología de Cuentos de la literatura universal.)                                                                

    El presente artículo tiene como objetivo presentar cómo surgió la concepción de aprendizaje grupal en el Centro de Investigaciones y Servicios Educativos (CISE), lo que implicó un trabajo de investigación que permitió esclarecer un proceso de búsqueda teórica y metodológica que lo fundamentara. (Edith Chehaybay y Kuri, Elementos para una fundamentación teórico-práctica del proceso de aprendizaje grupal.)

          

    Los párrafos conceptuales se utilizan para definir un término o un concepto que se utilizará más adelante, a lo largo del capítulo, artículo o libro.  Sin estas definiciones conceptuales, el lector no entendería las ideas del autor; por eso, son imprescindibles en los escritos de tipo técnico y científico y, en general, en todo escrito en el que se presenten términos o conceptos que no son de uso común y ordinario.

     Existen algunos textos que son tan técnicos y tan complicados, que traen un capítulo especial dedicado a la definición de términos, al que llaman glosario.  En otros textos, no tan complicados, estas definiciones se van dando sobre la marcha, conforme se van requiriendo para la lectura del material. A los párrafos en los cuales se presentan estas definiciones, se les denomina, por lo tanto, párrafos conceptuales. Ejemplos:

 

     La estilística consagrada a la enseñanza de un arte o una ciencia se llama didáctica. Ha de ser clara y metódica, pasando de lo elemental a lo difícil de manera gradual. (Martín Alonso, Ciencia del lenguaje y arte del estilo.)    

       

      Membrete: palabra derivada del antiguo membrar = “recordar”, en nuestro idioma significa “anotación provisional en que se pone sólo lo sustancial y preciso”. Además, indica el “nombre o título de una persona o corporación puesto al final del escrito que se dirige”, y también en el uso común moderno se llama datos del destinatario. (Hilda Basurto, Curso de redacción dinámica.)


    Así como el adjetivo es la parte de la oración que modifica al sustantivo, el adverbio es la parte de la oración que modifica al verbo. Ésta es la función principal del adverbio, aunque puede también modificar al adjetivo y a otro adverbio. (La fuerza de las palabras.)

 

     Lengua es un sistema concreto de intercambio intelectual humano, obra de un grupo social, que tiene como base de su comunidad la cultura y no la sangre. Cuando las razas consiguen una comunidad de cultura, forman una comunidad lingüística. (Martín Alonso, Ciencia del lenguaje y arte del estilo.)

              

    Los párrafos explicativos  o  de narración: Con este tipo de párrafo, el redactor espera interesar al lector con una buena explicación, punto de vista o historieta; mientras ilustra al mismo tiempo claramente una idea en particular. La narración sirve para explicar, opinar sobre experiencias personales o elegir el objeto, idea o acción que se prefiere: como las que ocurren cotidianamente; como por ejemplo, por qué perdiste el ómnibus, por qué estás tarde para tu reunión, el hábitat o comportamiento de los animales, la relación entre la contaminación por bacterias y los alimentos enlatados, la elección de un tipo de música, etc., narrando lo que ocurrió, por qué ocurrió, a qué hora, dónde ocurrió, etc.

     Sirven para explicar o desarrollar más ampliamente el tema que se está presentando. A diferencia de los párrafos conceptuales (que suelen ser relativamente cortos), los párrafos explicativos suelen ser relativamente extensos y abundantes, dependiendo de la complejidad del tema o del concepto que se esté explicando.

     En los textos técnicos o científicos, es común encontrar primero un párrafo conceptual (con la definición de algún término) y luego varios párrafos de carácter explicativo, en los cuales se desglosa más detalladamente ese concepto, así como sus implicaciones y aplicaciones a diferentes campos.

     En los textos periodísticos y en los literarios, los párrafos explicativos no se utilizan para explicar los términos técnicos o científicos, sino la historia, la situación, la noticia que se esté presentando a los lectores. Ejemplos:

 

     La historia de las bibliotecas es larga e interesante. Se remonta mucho más allá de la invención de la imprenta y de la aparición de los libros tal y como se le conoce hoy.

     Hay eruditos que opinan que se puede suponer la existencia de bibliotecas desde hace unos 5,000 años, si bien la primera de que hay noticia cierta es la de Babilonia, que debió existir unos 2,000 años antes de Cristo. (Nueva enciclopedia temática.)

      Mi tío, por desgracia, no gozaba de una gran facilidad de palabra más que en la intimidad, por lo tanto, cuando debía hablar en público se le presentaban serios problemas. Era frecuente observar cómo en sus explicaciones en el Johannaeum, se quedaba cortado con frecuencia; luchando contra una palabra recalcitrante que no quería salir de sus labios, uno de esos vocablos que se resisten, se hinchan y acaban por hacer acto de presencia bajo forma poco científica. Y esto era su gran cólera . En su defensa diré que existen en mineralogía muchas denominaciones de origen griego o latino, difíciles de pronunciar. Apelativos cultos que desollarían los labios de un poeta. Así, pues, cuando uno se encuentra en presencia de cristalizaciones romboédricas, de resinas retinasfálticas, de gelenitas, de fangasitas, de molibdatos de plomo, de tungstanatos de magnesio y de titaniatos de circonio, es muy posible que la lengua se niegue en redondo a su perfecta pronunciación. (Julio Verne, Viaje al centro de la tierra.)

     Los párrafos de transición son los que indican que el autor va a dejar de tratar un tema, para empezar a explicar otro diferente. La palabra transición proviene del sustantivo tránsito, que significa paso, pasar de una parte a otra; así, en los párrafos de transición se explica la relación que el nuevo tema tiene con el anterior.

     Esta relación puede ser causal (lo anterior se debe a que…), consecuencial (a partir de lo anterior, se puede deducir que…) o simplemente adicional (además de lo anterior, es necesario explicar que…).

      Te das cuenta que un párrafo es de transición, porque utiliza expresiones como las siguientes: en consecuencia, por lo tanto, no obstante, a pesar de lo anterior, además de esto, ya que, ahora bien, por consiguiente, por último, a continuación, etcétera.  (Ver Marcadores Textuales.) Ejemplos:

      Existen otras formas de representación más o menos semejantes a los mapas conceptuales. Aludiremos brevemente a algunas de ellas. (Atkinson y Shifhio, El mapa conceptual como técnica cognitiva y su proceso de elaboración.)        

 

   Por otro lado, varias teorías modernas acuden a solucionar las preguntas sobre el fenómeno histórico del lenguaje y su evolución. Son las que explicamos a continuación. (Martín Alonso, Ciencia del lenguaje y arte del estilo.)

      A continuación, vamos a ver cómo se cumple cada uno de los cinco pasos en los ejemplos anteriores. (Pedro Olea Franco, Manual de técnicas de investigación documental.)

 

Los párrafos de enumeración y de  clasificación sirven para organizar la información en un texto permitiendo presentar una serie de informaciones relacionadas entre sí. Por otro lado, el propósito de un párrafo de división es tener un objeto o idea y dividirlo en sus partes componentes. Así, se puede referir a un auto como objeto del cual se mencionan sus partes componentes (motor, transmisión,
pedales de frenos, llantas, cinturones de seguridad, y otros).


     La estructura de estos tipos de párrafos está compuesta por una frase organizadora que ayuda al lector indicándole la organización del texto. Esta frase puede ir antepuesta o pospuesta a un inventario de propiedades que se refieren a un mismo objeto, idea o hecho.


     Se suelen distinguir tres tipos frases organizadoras:

1.      Frase recuento: en ella se dice el número de elementos que citarán a continuación o que le anteceden.

2.      Frase síntesis: En este tipo de frases se anticipan los elementos del inventario, presentando cada uno de ellos brevemente.

3.       Frase encuadramiento: Resume sin precisar el número de elementos que se presentarán a continuación.

     Para relacionar entre sí los elementos del inventario, además de ordenarlos con un criterio determinado, se pueden utilizar conectores que indiquen orden, distribución, adición, etc.

     Algunos de los marcadores textuales utilizados frecuentemente son: puede dividirse en, pertenece a, se divide en,  una parte de ellos son, encaja dentro de, está agrupado con, está relacionado a, está asociado con, se clasifica en…  Ejemplo:


Aunque son complejos y de varias clases, todos los valores coinciden en que tienen como fin último mejorar la calidad de nuestra vida. La clasificación más extendida es la siguiente:

-         Valores biológicos: Traen como consecuencia la salud y el vigor, y se cultivan mediante la educación física e higiénica.

-         Valores sensibles: Conducen al placer, la alegría, la felicidad, el deleite, y el esparcimiento (solaz).

-         Valores económicos: Proporcionan todo lo que nos es útil; son valores de uso y de cambio.

-         Valores estéticos: Nos muestran la belleza en todas sus formas: gracia, majestad, elegancia…

-         Valores intelectuales: Nos hacen apreciar la verdad y el conocimiento.

-         Valores religiosos: Nos permiten alcanzar la dimensión de lo sagrado: santidad, piedad.

-         Valores morales: Su práctica nos acerca a la bondad, la justicia, la libertad, la honestidad, la tolerancia, la responsabilidad, la solidaridad, el agradecimiento, la lealtad, el amor, la amistad y la paz, entre otros.

           

 Por último, los párrafos de conclusión, como su nombre lo indica, son los que utiliza el autor para cerrar un tema o apartado. Por lo mismo, estos párrafos se encontrarán al final de un libro, capítulo, artículo, tema o apartado. Es relativamente fácil detectar estos párrafos, porque empiezan con expresiones como las siguientes: en conclusión, en síntesis, de todo lo anterior podemos concluir que…, por consiguiente, así pues, y otras semejantes (ver Marcadores textuales). A veces, el capítulo, artículo o libro trae un apartado especial titulado conclusión o conclusiones. Ejemplos:

 

     A modo de breve conclusión, me gustaría expresar algunas reflexiones que pueden ser útiles. En primer lugar, la dinámica de clase que se crea cuando se ha adoptado esta pauta didáctica, está en sintonía con lo que diversos autores describen como fruto de sus trabajos, a saber, que el trabajo cooperativo supera en rendimiento  a las modalidades de trabajo competitivo e individualizado… (Joan Rué, El trabajo cooperativo por grupos.)

 

     Así pues, tanto para guiar un automóvil como para expresarse con propiedad, resulta indispensable el estudio de las normas esenciales. El reglamento de nuestro idioma está ahora en sus manos. Sólo le pedimos un poco de paciencia y… ¡adelante! (La fuerza de las palabras.)

 

     En resumen, podemos concluir que un párrafo esta compuesto por una oración principal y varias oraciones importantes. La oración principal o temática que es la que sintetiza al párrafo, o sea, extrae la idea general acerca del tema que estamos desarrollando.

Es importante señalar que existen otros tipos o clases de párrafos:

o   De comparación: Indica las semejantes y diferencias entre dos o más objetos, situaciones, ideas o personas.

o   De enunciado solución de un problema: Emplea la forma de plantear y resolver problemas para desarrollar un tema dado.

o   De causa-efecto: Presenta un acontecimiento o situación seguidos por las razones que los han causado.

o   Párrafo de Descripción: En este tipo de párrafo se proporciona información detallada como una “fotografía en palabras” de una persona específica, un lugar en especial, o la apariencia de un objeto en particular.

o   Párrafo de Secuencia o Proceso: En este tipo de párrafos se describe una serie de eventos o un proceso en algún tipo de orden. Generalmente, este orden se basa en el tiempo de ejecución. Aquí, el redactor trata de proporcionar una guía o instrucciones claras y precisas a seguir paso a paso. Cada paso o parte de las instrucciones debe discutirse en el mismo orden en el que ocurren en el proceso.

o   Párrafo de Evaluación: En este tipo de párrafo se elaboran juicios acerca de la gente, las ideas, y las acciones posibles. Se requiere hacer la evaluación o recomendación en base a ciertos criterios que el redactor desarrolla, sustentando cada uno de los criterios de referencia.

Y otros…


martes, 23 de enero de 2024

Planeación y Organización de ideas

En la preescritura queda resuelto un inventario organizado del texto, se toman las decisiones sobre el rumbo que tomará el tema y sobre la adecuación al medio y a la audiencia. Todos los escritores, novatos y expertos, planifican su texto. Los expertos lo hacen de manera independiente, con dispositivos rápidos, abstractos y mecanizados, mientras que los no expertos pueden requerir la asistencia de alguien que lo oriente, necesitan tomarse su tiempo, probar una y otra vez. Por cierto, una buena planificación ayuda al escritor aprendiz a expresar lo que se propone.

La planificación constituye la segunda etapa del proceso de escritura y su objetivo fundamental radica en lograr que los escritores se formen una representación mental del texto que van a escribir (un texto ideal que intentarán materializar a lo largo del proceso de escritura). Esta etapa está íntimamente relacionada con la precedente de acceso al conocimiento en la que se reflexionan y analizan los aspectos retóricos del texto –relacionados con el cómo escribir–; y los aspectos de contenido –relativos al qué escribir– que intervienen y determinan el texto que se va a componer.

En esta etapa se precisa, por un lado, conocer cuál es la finalidad del texto (para qué escribir); y, por otro, qué pasos deben llevarse a cabo para conseguirlo. Además, se determinan las características del destinatario (a quién escribir); el tipo y subtipo de texto escogido a cuyas normas se deben adecuar la composición y las ideas que se van a transmitir mediante el texto, entre otros aspectos.

El resultado de esta etapa se denomina plan de escritura y consiste en un esquema o mapa conceptual en el que se organizan las ideas conforme serán expuestas en el texto; contiene diversas sugerencias e indicaciones que orientan al escritor en su redacción.

Ejemplo de mapa de ideas:






La organización de las ideas es una etapa de la preescritura -y subsiguientemente de la escritura misma- que nos permitirá ordenar y vertebrar la estructura adecuada de nuestro texto para lograr los fines que nos proponemos. Para organizar las ideas debemos tomar en cuenta lo siguiente:

• Presentar cronológicamente la información.

• Hacer agrupaciones temáticas, ordenar las causas y los efectos.

• Establecer jerarquías para presentar las ideas de forma secuencial y lógica.

• Poner en práctica mecanismos asociativos capaces de captar similitudes, construir razonamientos y    contrastar información para elaborar posteriormente el escrito.

El lector debe reconocer la distinta tipología textual y cómo se enfrenta y maneja la estructura de cada uno de ellos. Detrás de todo texto hay un autor (emisor) que tiene una intención comunicativa y que emite el mensaje en forma de texto, utilizando un código. Éste deberá ser descifrado por el receptor, el cual hará una decodificación y posterior comprensión, considerando un contexto.

En todo texto se tienen que dar dos características:

- Organización semántica: El texto debe tener coherencia. Es decir, la interpretación de cada parte del texto está relacionada a las otras partes. Se debe tener en cuenta que todo texto se elabora a partir de un tema general. Las ideas principales son sustentadas por las secundarias. De esta manera, se le va dando forma al discurso.

- Organización formal: Esta organización implica ordenar las frases en párrafos de acuerdo con un criterio de unidad de significado: cada párrafo se desarrolla teniendo como eje una idea. De esta manera, cada párrafo, guarda relación semántica con los otros.

La estructura básica de un texto puede llevarse a cabo en dos niveles: el plano interno y el plano externo del mismo:

La estructura externa de un texto es la organización de los párrafos y las ideas principales que se quieren transmitir. Por lo que la estructura externa de un texto está relacionada con el tipo de texto; así, un texto argumentativo tendrá una estructura externa diferente de un texto narrativo, puesto que cada uno de ellos tiene una finalidad distinta y, por ello, se organizan siguiendo normas distintas.

En relación con la estructura interna de un texto, hace referencia a la forma en la que se distribuye el contenido o el tema del mismo a lo largo del texto organizándose en varias partes. De esta forma, la estructura interna de un texto sigue el siguiente esquema: Planteamiento de la idea principal, Cuerpo donde se desarrolla la idea principal, Conclusión donde se resume brevemente todo lo expuesto sobre la idea principal.

Como colofón, cuando un autor decide redactar un texto debe tomar una serie de decisiones que el lector debe conocer para que su lectura sea más eficaz. Tales decisiones están en relación con:

  • El género discursivo (pedagógico, publicitario, etc.), el propósito (para enseñar, persuadir, manipular, etc.) y el léxico (común, familiar, especializado).
  • La organización composicional sintáctica y semántica pertinente (simple, compleja, reiterativa).
  • El tono expresivo y el registro de lengua (amistoso, solemne, lejano, rebuscado, formal, oficial, informal, familiar, vulgar).
  • Las formas de manifestación de la relación con el lector (centrada en el YO (elocutivo), centrada en el TU (alocutivo), centrada en el objeto (delocutivo) o combinación de las anteriores.
  • El discurso referido (un relato, sobre una disciplina, una opinión, una idea, sobre lo que otro dijo).
  • Los modos de organización discursiva o secuencias textuales pertinentes: expositivo, narrativo, argumentativo, descriptivo.
  • Las formas de organización retórica estructural más convenientes: en forma de comparación y contraste, o de problema-solución, o de causa-efecto, o de seriación o fases, o de ventajas, inconvenientes y remedios posibles, etc.


Margarit, A. M. (2003, abril 5) Importancia de la etapa de planificación      de la escritura. Programa y Unidades de Redacción I. https://blogs.fcpolit.unr.edu.ar/programa/2003/04/05/importancia-de-la-etapa-de-planificacion-de-la-escritura-t-base-5/

 

Organización del texto para una lectura eficaz (2024) ADR formación. https://www.adrformacion.com/knowledge/habilidades-personales/organizacion_del_texto_para_una_lectura_eficaz.html

 

Planificación (s.f.) Universidad Autónoma metropolitana. http://cshenlinea.azc.uam.mx/departamentos/humanidades/redaccion/PDF/planificaci%C3%B3n.pdf

 

Universidad Complutense Madrid (s.f.) Etapa II: Planificación.            Redactext (Plataforma de Escritura).

https://www.ucm.es/redactext/planificacion#:~:text=La%20planificaci%C3%B3n%20constituye%20la%20segunda,largo%20del%20proceso%20de%20escritura).


domingo, 21 de enero de 2024

Lectura comprensiva

 

La lectura comprensiva nos ayuda a consolidar el conocimiento y facilita el posterior estudio

Para comprender realmente un texto, necesitamos realizar una lectura atenta, es decir, no se trata sólo de leer, sino también de analizar las ideas y quedarnos con lo más importante. Entonces, ¿qué pasos debemos seguir para conseguirlo?

 

1. Lectura superficial o inicial

Se refiere a la primera vez que leemos el texto, por lo que nos centramos en quedarnos con la idea principal, es decir, con lo que nos quiere explicar ese texto.

Con esta primera lectura seguro que hemos encontrado algunas palabras o conceptos que no acabamos de entender. Antes de seguir adelante, podemos buscar el significado de estas palabras en un diccionario, ya sea físico o digital.

Además, si el texto es importante porque, por ejemplo, porque forma parte de un tema que deberemos estudiar en un futuro, sería interesante hacer un glosario. Un glosario es una lista de palabras con su significado y una buena forma de aprender y tener guardado el nuevo vocabulario.

 

2. Lectura atenta o segunda lectura

Ya sabemos de qué va el texto, es decir, su tema, y ​​hemos buscado todo lo que no entendíamos, de manera que ya podemos pasar a hacer una lectura más pausada y atenta.

Es necesario que nos fijemos en las ideas más importantes del texto y qué intención tiene el autor (nos quiere informar, es una opinión, etc.). Para poder descubrir estas ideas clave, te proponemos los siguientes pasos:

- Realiza la primera lectura, como ya hemos comentado, básicamente para tener una idea de qué va el texto en general, es decir, cuál es su tema.

- Lee con mayor calma y detalle párrafo a párrafo. De cada uno de ellos:

Averigua cuál es su idea principal. Preguntarte a ti mismo “¿de qué va este fragmento?” puede ayudarte a descubrirla. También puedes encontrar algunas palabras o grupos de palabras que te lo indican, como por ejemplo “en resumen”, “en definitiva”, “por tanto”, etc.

Posteriormente, hazte preguntas sobre la información que incluye el párrafo (qué, quién, cómo, cuándo, dónde, por qué, etc.) y busca una respuesta, corta y precisa, que seguro que puedes encontrar en el propio párrafo. Si no, puedes escribirla al margen o al lado de éste.

 Por último, podemos utilizar técnicas como el subrayado para ayudarnos a focalizar en el texto y marcar las ideas más relevantes. Además, si después queremos hacer un esquema, un resumen o un mapa conceptual, y estudiarlo... nos será muy útil como guía.

 

3. Lectura en profundidad o lectura final

Y para terminar... ¡una última lectura! Aprovechamos esta lectura final para relacionar las ideas que hemos marcado como principales y extraer la idea global del texto. Este último paso nos ayuda mucho a consolidar lo aprendido con el texto y entenderlo en conjunto.

 

A primera vista parece mucho trabajo, pero piensa que así comprenderás realmente el temario, sin tener que volver atrás y releer tantas veces, asimilarás más fácilmente los conocimientos y te será más fácil recordarlo en el futuro.




Lectura comprensiva (2022, diciembre 22) Academia Logia

      https://www.academialogia.es/lectura-comprensiva


Etapas de la producción de textos escritos

 La producción de un texto comprende actividades que van más allá de la escritura misma. Hay tareas previas y posteriores a ella que no debemos descuidar.

     De modo general, podemos decir que la producción de textos comprende tres etapas:

 A) La planificación

Etapa que corresponde a la generación y selección de ideas, la elaboración de esquemas previos, la toma de decisiones sobre la organización del discurso, el análisis de las características de los posibles lectores y del contexto comunicativo, así como de la selección de estrategias para la planificación del texto.

 Durante esta etapa habrá que dar respuestas a los siguientes interrogantes:

Sobre las características de la situación comunicativa:

  • ¿A quién estará dirigido el texto?
  • ¿Cuál es la relación del autor con el destinatario?
  • ¿En calidad de qué escribe el autor?: ¿a título personal?, ¿en representación de alguien? ¿representando a un grupo?
  • ¿Con qué propósito escribe?

Sobre las decisiones previas a la producción del texto:

  • ¿Qué tipo de texto se escogerá de todos los posibles?
  • ¿Cuál será su aspecto general, la silueta del texto?
  • ¿Qué material se empleará? (textura, tamaño de la hoja)
  • ¿Qué instrumento se usará para escribir? (lapicero, plumón, máquina de escribir, computadora)
  • ¿El instrumento escogido es conveniente para el papel y el formato seleccionados?

 B) La textualización

Es el acto mismo de poner  por escrito lo que se ha previsto en el plan. Lo que se ha pensado se traduce en información lingüística, y esto implica tomar una serie de decisiones sobre la ortografía, la sintaxis y la estructura del discurso. Durante la textualización se consideran algunos aspectos como:

Tipo de texto: Estructura.

Lingüística Textual: funciones dominantes del lenguaje; enunciación (signos de personas, espacio, tiempo); coherencia textual (coherencia semántica, progresión temática, sustituciones, etc.)

Lingüística oracional (orden de las palabras o grupos de palabras, relaciones sintácticas, manejo de oraciones complejas, etc.)

 C) La revisión

Orientada a mejorar el resultado de la textualización. Se cumplen tareas como la lectura atenta y compartida de lo escrito para detectar casos de incoherencia, vacíos u otros aspectos que necesiten mejoramiento.

Se da respuesta a interrogantes, como:

  • ¿Hay coherencia entre los diferentes apartados del texto?
  • ¿Las palabras empleadas están escritas correctamente?
  • ¿El registro empleado es el más adecuado?
  • ¿Sintácticamente las expresiones están bien construidas?
  • ¿Hay casos de impropiedad y ambigüedad?
  • ¿Los pronombres y artículos mantienen la referencia?
  • ¿Hay unidad en la presentación de las ideas?
  • ¿Se cumple con el propósito comunicativo?

La etapa de revisión incluye también la reflexión sobre el proceso de producción textual. En realidad, la metacognición  abarca las diversas etapas, pues en todo momento tenemos necesidad de corroborar si estamos haciendo bien las cosas o no.

     Durante las tres etapas, el escritor tendrá que estar preparado para afrontar problemas de tipo lexical o gramatical, problemas de organización  textual y problemas de tipo temático.


La planificación, la textualización y la revisión son importantes, pero también lo son el propio autor, el lector y las variables sociales que condicionan el proceso de producción. Cobra relevancia, pues, la afirmación de que un texto es la creación compartida entre el autor y el lector.

     Esto refuerza la decisión de que los productos de los alumnos sean compartidos con los demás (compañeros, profesores, alumnos de otros grados) para ir afirmando la responsabilidad de escribir lo que queremos, pero pensando en los efectos que producirá en los demás. Esto es, autonomía para tomar decisiones y solucionar problemas. Definitivamente, la escritura es un hecho social y, como tal, contribuye, además, al desarrollo del pensamiento crítico.




Etapas de la producción de textos escritos (2017, mayo 23) Blog de 

      aula: Comunicación 3º.

      http://educacin-actividades.blogspot.com/2017/05/etapas-de-la-

      produccion-de-textos.html